Fue una de las tardes más incómodas de Monteagudo en el banquillo del Cartagena. Un partido enredado del que no pudo soltarse hasta la aparición de Cristo, activo por las alas y autor de una nueva asistencia de gol a Hevia, que la empujó en su primer balón. También Sergio García, un velocista que ha tomado la buena costumbre de hacer dianas. La tarde en la que los albinegros regresaron a la Copa del Rey fue la misma en la que tomaron el mando tres de los jugadores con más peso en las últimas semanas.

En el Cartagena, un Limones entre algodones regresaba al once titular. El portero de Daimiel arrastraba unas molestias en el hombro desde el día del Algeciras, y de hecho fue baja al compromiso de hace una semana en Marbella. Sergio García, con un golpe en el tobillo, se había perdido los entrenamientos del jueves y el viernes. Salvo eso, en la alineación de Alberto Monteagudo no hubo sorpresas. Tampoco en la del Villanovense, con una línea de cuatro y la aparición de Song en la media punta.

El partido fue un enredo, hubo escasas ocasiones de gol y muchos parones. En ese ambiente, el Villanovense era quien más pisaba el campo contrario y el área del portero, mientras que al Cartagena, al principio vertical y sin profundidad, le costó horrores superar la telaraña defensiva de los extremaños. Espín, un central corpulento, fue un muro contra el que chocó cosntantemente Jualu y Sergio García. A los albinegros les faltaba coger temperatura.

Líneas juntas, apoyos constantes... El trabajo defensivo del Villanovense fue impecable. Con Curro y Elías incrustados entre los centrales, superar esa barrera era misión imposible. El Cartagena rondaba el área, pero Fuentes apenas tuvo que intervenir. Si lo hizo, en parte fue gracias a la movilidad de Cristo Martín. Si en el encuentro contra el Marbella provocó las dos faltas que acabaron en los goles de su equipo, frente a los extremeños removió a los defensas de derecha a izquierda y buscó a las cosquillas al bigardo de Espín, con amarilla al intentar frenar al canario. Su momento de forma es formidable.

El viernes, en la comparecencias semanal ante los medios de comunicación, Alberto Monteagudo avisó del buen nivel de Chus Hevia. Lo del asturiano fue entrar y besar el santo. Su primer balón, a centro de Cristo, cómo no, lo embocó de cabeza al fondo de la red. Si con el canario Cristo el Cartagena abrió los ojos en la primera parte, con la entrada del asturiano en el minuto 57 se levantó de la cama, se sucedieron las ocasiones y Juanlu, en un mano a mano, envió la pelota al palo después de superar la salida de Fuentes.

El partido iba a cambiar considerablemente con el 1-0. El Villanovense se lanzó al ataque, una temeridad cuando Sergio García aguarda cualquier contra. En una de esas hizo la de Forrest Gump: correr mucho, muy rápido, y rebentar la pelota delante de Fuentes. Con este resultado, y el empate entre el Real Jaén y el Real Murcia, el Cartagena adelanta en la clasificación a los jienenses y se mete en los puestos de Copa del Rey.