«Los delanteros ganan partidos y las defensas, campeonatos». La frase es del exfutbolista inglés John Charles, pero debería estar pegada en la taquilla de Carlos Álvarez, el delantero titular del Real Murcia y un jugador que atraviesa una sequía particular de ocho jornadas sin celebrar un tanto, lo que por otra parte ha servido para acentuar la crisis de los granas, que han visto en las últimas semanas, y tras la derrota del último domingo ante el UCAM, como la situación ha pasado a ser ´no apta para cardíacos´, con un solo punto de ventaja sobre el segundo clasificado a cinco jornadas para que comience el play off de ascenso.

Pero eso no es todo, ya que la gravedad del asunto en sí es que el atacante asturiano es el tercer jugador de campo con más minutos disputados, 30 partidos como titular que se traducen en total en 2.587 minutos intervenidos, pero no ha conseguido ni situarse a estas alturas como máximo goleador del Murcia, puesto que Carlos Álvarez lleva nueve tantos en su cuenta particular, lo que se traduce en una media de 0,3 goles por choque, una cifra pobre que contrasta con su condición casi de intocable en el equipo titular de cada domingo. El otro delantero de la plantilla, con 7 goles en 19 partidos como titular, ya que las lesiones no le han permitido volver a ser el de la primera mitad de Liga, es un Gorka Azkorra que también maneja el mismo promedio que su compañero, con 0,3 tantos por encuentro.

Siguiendo por la misma línea, Carlos Álvarez este curso ya ha salido del equipo titular y las consecuencias no se tradujeron en ninguna desgracia, puesto que el ´9´ grana fue expulsado ante el Granada B, el cinco de enero en el choque aplazado antes de Navidad por el fallecimiento del presidente Jesús Samper, y de manera forzosa descansó los dos encuentros siguientes ante Marbella (0-0) y el del triunfo a domicilio ante el Villanovense (0-2). El toque de atención de José Manuel Aira, el máximo responsable del banquillo murcianista, practicó lo del toque de atención y dejó a Carlos Álvarez en el banquillo la semana en la que reaparecía en el duelo ante La Hoya Lorca de Nueva Condomina, con 2-1 final para los locales. El asturiano saltó al campo en el minuto cuarenta y seis, sustituyendo a Javi López en lo que significó un mensaje en voz alta del jefe para todos sus futbolistas. Más todavía teniendo en cuenta que en el empate sin goles ante el Marbella, otro compañero, el canterano Isi, también vio la roja directa por una acción que no venía a cuento, pero que la vio el colegiado con la consiguiente tarjeta roja. Era el primer partido que estaba cumpliendo como sanción Carlos Álvarez y José Manuel Aira comprobó como en muy poco tiempo perdía de nuevo a otro jugador por una acción que nunca debió ocurrir. El propio Aira se encargó, al margen de castigos y toques de atención, que ninguno de sus jugadores se dejara llevar a partir de entonces por el corazón y mandó un aviso a todo el vestuario que surtió efecto, ya que ningún jugador ha tenido que irse del campo por una tarjeta roja desde ese momento.

Los últimos dos goles de Carlos Álvarez fueron hace ocho jornadas contra el San Roque de Lepe. El hecho de que ambos tantos fueran de cierta dificultad y el segundo para enmarcar, hizo pensar a más de un aficionado que el delantero del Murcia había regresado para quedarse, pero no ha sido así. «No me preocupa no marcar. Firmo ganar al Jumilla y no meter ningún gol». Estas fueron las palabras de Álvarez el 31 de marzo antes del duelo que los granas ganaron por 1-2 en el campo del Jumilla y en el que, obviamente, el asturiano tampoco vio puerta. Que un delantero no se preocupe por no marcar goles es igual que si Aira no se preocupara de conseguir victorias. Sin embargo Carlos Álvarez está viviendo su etapa como grana con el llamado síndrome del funcionario, que no es otro que el de sentirse con el puesto garantizado, a pesar de su rendimiento individual.