La falta de ambición del FC Cartagena le condenó a empatar un encuentro que podía haberse llevado ante un Algeciras con poca pólvora. El equipo albinegro pagó en la tarde de ayer ante el bloque gaditano su falta de ambición y sacó a relucir algunos de los defectos que condenaron a Víctor Fernández a su salida del banquillo albinegro.

El bloque entrenado ahora por Alberto Monteagudo pudo hacer mucho más de lo que se vio sobre el césped del Cartagonova, pero los Rivero, Menudo, Juanlu y compañía no estuvieron ayer demasiado avispados ni certeros, lo que supuso que el gol inicial de Sergio García en el primer tiempo, lo igualara Migue Montes a diez minutos para la conclusión del choque. La victoria hubiera dado alas al bloque cartagenero para ponerse a tiro de piedra de los puestos de la Copa del Rey, después de que el Real Jaén pinchara en casa frente al Villanovense. Aún así, recorta la distancia con el equipo jiennense y ahora lo tiene a tres puntos.

No quiso desvelar nada el preparador en la previa; más bien todo lo contrario. Solo cuando saltaron al campo supimos que Monteagudo apostaba por el mismo bloque titular que ganó hace una semana ante el Granada B. Fede Laens y Chus Hevia volvían a estar en el banquillo de inicio y Sergio García saltaba como nueve otra vez.

La jugada le salió bien a Monteagudo, toda vez que el equipo cartagenerista fue capaz de anotar un tanto en una rápida contra, gracias a una bonita acción trenzada en medio campo y culminada por Sergio García cuando tan sólo habían transcurrido diez minutos de juego.

Todo apuntaba bien en este partido en el que el rival llegaba al Cartagonova con una profunda crisis de identidad y resultados, con entrenador nuevo y muchas dudas sobre todo en defensa. Pero el FC Cartagena marcó pronto, tanto que se durmió en los laureles del gol anotado por Sergio García -el tercero de forma consecutiva esta temporada- y los de Monteagudo se dedicaron a dormitar la mayor parte del primer periodo, esperando una contra en la que pudieran afilar sus espadas para hacer el segundo tanto. De ahí que el Algeciras tuviera cada minuto que pasaba más presencia en la línea de tres cuartos del FC Cartagena, gracias, sobre todo, a la rapidez con la que era capaz de hacer circular el balón.

Con Joselu, de disparo flojo, y Márquez con un chut seco pero desviado, lo intentaron por los gaditanos, que si bien tocaban y lo hacían con mucho criterio, cuando era el momento definitivo se diluían en un laberinto sin salida.

El FC Cartagena, por contra, estuvo falto de presencia en medio campo y Rivero apenas apareció en donde mejor se le da, la pausa, es toque y la verticalidad. Hens salía a recibir cuando podía y los carriles lo intentaban con más ganas que éxito, porque estuvieron faltos de apoyo.

Al bloque de Monteagudo le faltaba cierta chispa, aunque Sergio García pudo haber hecho el 2-0 antes del descanso en un balón largo de Hens, que dejó solo a la carrera a su compañero para que el zamorano encarara a Josemi. Con todo a su favor, ánimo incluido, el atacante cartagenerista estrelló el balón en el culo del portero visitante, en la que fue la oportunidad más clara de la primera parte.

El equipo albinegro no apretó lo que debía en la segunda parte. El Algeciras tampoco cejó en su empeño de llegar al área de Limones, aunque sus acercamientos, al igual que en la primera parte, carecían de la mordiente necesaria para hacer daño. Aún así, insistieron y Melchor puso el miedo en la grada con el testarazo que impactó en el palo y el balón se paseó en el área local.

Monteagudo cambió a Sergio García, agotado en la segunda parte, y dio entrada a Jorge Luque. Chus Hevia le dio el relevo a cebarlos y el asturiano tuvo un par de oportunidades en el tiempo que estuvo sobre el césped. La primera fue en el minuto 73 con un pase de Jesús Álvaro que recibía en diagonal y en carrera el atacante cartagenerista, pero se entretuvo con el balón, se le lió entre las piernas y la defensa sacó rápidamente cuando lo más fácil hubiera sido pegarle a portería. Pero más clara fue la siguiente que tuvo Hevia. En el minuto 77 gozó de la oportunidad de hacer el 2-0 y probablemente de haber sentenciado de forma definitiva el encuentro, tras interceptar un balón que elevó ante la salida del portero visitante, pero que impactó en el larguero.

Sin embargo, a diez minutos del final llegó el tanto de los visitantes, con un cabezazo de Migue Montes muy ajustado al palo izquierdo y donde nada pudo hacer el portero cartagenerista para evitarlo.

Aunque el bloque de Monteagudo empujó hasta el último instante, ya no fue capaz de hilar alguna jugada con más peligro y eficacia. Cristo lo intentó con un chut pegado al palo y Jesús Álvaro, el mejor sin duda en la tarde de ayer, también en una acción individual que acabó en nada.

El Cartagena continúa octavo, con 44 puntos, a nueve del descenso y a catorce de la fase de ascenso.