La llegada de Juan Fernando Romero al Futsal Cartagena hace ahora tres temporadas fue el principal motivo que ayudó a Roberto Sánchez -ahora gerente y segundo entrenador del equipo- para no tirar la toalla de forma definitiva y 'liquidar' la historia de un club de fútbol sala que había dado muchas alegrías a su afición. Con el nuevo patrocinador, Plásticos Romero, el club logró capear el temporal y volver a recuperar la esperanza. Cuando en el verano de 2013 el equipo estaba sumido en una profunda crisis financiera, volvía a salvarse casi 'in extremis', como había sucedido en otras temporadas y con otros dirigentes, y ahora, tres años más tarde, este equipo está a punto de darse una nueva oportunidad para demostrar que nunca ha estado muerto y que vive momentos de vino y rosas.

Al Plásticos Romero parece que le ha llegado su momento, el que los aficionados estaban esperando. El que anhelaban los dirigentes y mañana sábado, en caso de vencer al Hércules San Vicente en el Central, puede llegar la hora soñada del ascenso.

Tras cuatro temporadas en el pozo de una Segunda división que ha dado síntomas de ser una categoría semi-profesional, Juan Carlos Guillamón, entrenador del equipo desde hace tres temporadas, tiene la oportunidad de hacer historia y, por segunda vez en Cartagena, ascender a un equipo a la élite del fútbol sala nacional.

Atrás han quedado momentos muy duros. Este club, antes Futsal y ahora Cartagena FS, ha sufrido, como muchos, los vaivenes de la inestabilidad económica, de ahí que ahora se valore mucho más la capacidad para superarse y estar a un paso de alcanzar la gloria del ascenso.

Tras el dolorosísimo descenso a Segunda división y después de 14 años en Primera, Roberto Sánchez puso todo su empeño en no dejar morir este proyecto. El equipo estuvo rozando el descenso de categoría, aunque logró la permanencia y la posibilidad de regenerarse.

Ésta llegó con el nuevo patrocinador y con el nuevo entrenador. Muchos jugadores de la Región y un proyecto basado en la paciencia permitieron dar la sorpresa en la campaña 2013/2014 con una quinta posición que abrió el camino de la fase de ascenso. Todo cogía de imprevisto, el club no había tenido tiempo de asimilar esta posibilidad y quizá le faltó más fondo de armario para haberlo intentado. No obstante, dio la cara y ante Elche cayó en primera ronda de la fase de ascenso pero en un tercer y emocionante partido disputado en tierras ilicitanas.

La pasada campaña volvía a dar una imagen mediocre. Lejos de aprender de los errores, el equipo cometió demasiados dentro y fuera de casa y la más que discreta novena posición no dejaba en buen lugar a nadie, empezando por su actual entrenador.

Todo ha cambiado este año, con una temporada que lleva camino de encumbrarlo como el primer ascendido de Segunda. Juan Carlos Guillamón ha encontrado la madurez suficiente para insuflar el aire a esta plantilla antes de que llegara a desinflarse. El sábado puede poner la guinda a este dulce pastel.