Las tres últimas jornadas de Liga han teñido de color de rosa el presente del Fútbol Club Cartagena. Lejos parecen quedar los días en los que la incertidumbre marcaba estrechamente al equipo en el capítulo deportivo. Ocho semanas después de la llegada al banquillo de Alberto Monteagudo, el mecanismo de la plantilla se asemeja al de un reloj suizo y tampoco hay rastro evidente de las fisuras que en su día llevaron al club a mirar de cerca a la zona de descenso.

El objetivo de certificar la clasificación para la próxima edición de la Copa del Rey late con más fuerza que nunca dentro del vestuario, cuya progresión ascendente se aprecia, de forma más superficial, en los resultados más recientes. Los triunfos conseguidos de forma consecutiva frente al Recreativo, al Betis B y al Granada B dan la razón al método implantado por el técnico manchego, que con su manual de estilo ha colocado a la escuadra albinegra once puntos por encima de los puestos de peligro de la clasificación del grupo IV de Segunda B.

El paso de las jornadas ha mostrado al dueño del banquillo cartagenero cuál es la hoja de ruta más apropiada, en función del estado en el que se encuentre la plantilla. Así lo demuestra el plan de actuación al que se ajustó el pasado sábado, coincidiendo con la visita del Cartagena al estadio Nuevo Los Cármenes, donde sus hombres se impusieron con claridad (1-3) a su adversario. Monteagudo no dudó en modificar la puesta en escena, recurriendo a un once sin delanteros centros natos, apostando por Sergio García -que a la postre resultó ser decisivo- y Cristo Martín como futbolistas más adelantados.

Por primera vez desde que llegó a la ciudad portuaria para sustituir a Víctor Fernández, el preparador natural de Valdeganga jugó sin un atacante de las características de Federico Laens y Chus Hevia. El buen resultado que se desprendió de su apuesta, que salió a las mil maravillas a tenor del marcador del mencionado choque, hace que vuelva a estar sobre la mesa la posibilidad de repetir fórmula frente al Algeciras, el domingo a las seis de la tarde, sobre el césped del estadio Cartagonova.

El despertar de Sergio García en la producción ofensiva ha dado un giro a los esquemas de Monteagudo. En los dos últimos encuentros se ha destapado con dos goles que han portado la etiqueta de vitales y se ha ganado a pulso un lugar dentro de la alineación, adelantando, por ejemplo a Fede Laens. El uruguayo, que tras las dudas iniciales se ganó la confianza del cuerpo técnico, dio un paso atrás al quedarse fuera del grupo de los once elegidos frente al filial del Granada. El exjugador del Rentistas había disputado como titular los tres compromisos anteriores -frente al Jaén, el Recreativo de Huelva y el Betis B- sin conseguir ver portería.

Otro de los delanteros que se ha visto eclipsado por la mejor versión del que fuera futbolista del Real Oviedo es Chus Hevia, que acumula tres jornadas sin disfrutar del privilegio de la titularidad y ha quedado relegado a un segundo plano dentro de la pizarra del entrenador del Fútbol Club Cartagena.

El concurso de Laens no está completamente descartado. No en vano, dispuso de casi veinte minutos en la segunda parte del último partido. Pero el acierto que supuso el diseño de un once sin un delantero puro, unido a la aportación goleadora de los efectivos de la segunda línea -Menudo, Juanlu y Cristo, especialmente- deja de nuevo la puerta abierta a la utilización del mismo guión en el Cartagonova.