El pasado mes de enero, cuando el FC Cartagena caía ante el Sevilla Atlético y Víctor Fernández dejaba su cargo, las miradas de los dirigentes del club albinegro no solo se dirigían al preparador que abandonó el banquillo, sino también a un grupo de jugadores que no estaban dando la talla sobre el terreno de juego. Aunque sin decir nombres, los propietarios del FC Cartagena señalaban al grupo de futbolistas de más peso en el vestuario como culpables, en parte, de toda la debacle que venía protagonizando el equipo desde casi el principio de temporada.

Los nombres propios estaban en boca de todos. Aficionados y medios de comunicación señalaban a los Hens, Sergio García, Menudo, Montero, Laens, Cristo, etc..., como partícipes de la mala temporada, al no haber mostrado mínimamente las cualidades por las que fueron contratados.

Sergio García ha sido uno de los jugadores que más veces ha estado en el foco de todas las luces por esta situación. El exjugador del Real Oviedo, un futbolista que venía de ascender a Segunda con el equipo asturiano, se convertía por su trayectoria en una de las grandes aportaciones de Paco Belmonte a este proyecto. Pero transcurridas 29 jornadas Sergio navegaba en una mediocridad supina y además había perdido la titularidad después de que Alberto Monteagudo buscara otras alternativas para el ataque.

Pero como el fútbol varía de un partido a otro, dos buenas actuaciones del veloz centrocampista le han valido para recuperar la sonrisa y buscar motivos para empezar a ilusionarse, al pensar que la temporada no la debe dar por perdida en el aspecto personal.

Sergio acumulaba nueve meses sin ver portería, un tiempo excesivo para un jugador que el año pasado anotó cinco goles; seis el anterior y ocho en la temporada 2012/2013.

El segundo tanto ante el Betis B, que, además, supuso el gol del triunfo hace dos jornadas, abría la espita a su regreso al once inicial. Con Víctor Fernández, el jugador había disputado 16 encuentros desde el inicio, pero su aportación era más bien escasa. Su velocidad a la hora de encarar la meta contraria y marcharse del rival está dos pasos por delante que la del resto de sus compañeros, pero a partir de ahí no conseguía nunca finalizar sus acciones, bien con un buen pase a otro jugador o encarando al meta oponente.

Cuando Monteagudo llega al banquillo lo mantiene en el once inicial en los encuentros ante el Almería, Mérida y Jumilla. En este último encuentro se retira en el descanso y en la siguiente jornada ya deja de ser titular. Ante el UCAM Murcia disputa los últimos 24 minutos; contra el Jaén no es convocado por lesión, mientras que frente al Recreativo y Betis B no sale de inicio y disputa 75 minutos en total. En este último choque salta al campo a sustituir al lesionado Ayoze antes del descanso y luego hace el segundo gol.

Sergio García conseguía con este gol quitarse una losa de encima y tanto es así que el sábado, frente al Granada B- además de asistir en el primer tanto a Menudo-, hacía el segundo de su cuenta particular en una acción rápida, como a él le caracteriza, desmarcándose por velocidad para de un certero chut, mandar el balón al fondo de las mallas. Puede que Monteagudo haya recuperado a un jugador para el equipo, otro más.