La Hoya Lorca venció al Jumilla por 3-2 de una forma justa aunque el partido fue muy malo. La cantidad de tantos no refleja lo que ocurrió en el choque puesto que hubo más goles que ocasiones. Los lorquinos tuvieron el control del juego, pero los balones directos buscando a Terol, pusieron en aprietos más de una ocasión a la defensa lorquina, que por su lateral zurdo fue un coladero.

Con este triunfo, La Hoya Lorca se mete en la quinta posición de la tabla y avanza en el objetivo de no bajar de los seis primeros clasificados.

Paco García hizo algo poco habitual. Repitió el mismo once que ganó siete días antes en Mérida. Si acaso, el teórico lateral diestro, Pina, jugó algo más adelantado buscando sorprender con sus galopadas. El Jumill,a que vistió de rojo vino, salió con una defensa de cuatro, con dos en el medio, dos extremos abiertos, Perona de enganche con libertad de movimientos y Terol en la punta de ataque.

Todavía sin saber quién podía llevar la iniciativa del partido llegó el primer gol. Corría el minuto tres cuando Perona cometió un ingenuo pero claro penalti al empujar a Carlos Martínez. La pena máxima la ejecutó Francis Ferrón quien engañó a Seral y anotó su tercer gol.

El Jumilla adelantaba mucho la presión y complicaba la salida del balón de los locales, quienes, tozudos ellos, se empeñaban en sacar el cuero desde atrás a base de toques, arriesgando más de lo debido, creando situaciones más propias de un fútbol callejero.

El ataque derecho jumillano, con Chirri, tenía un filón.Grego Sierra no tenia socio con Roberto Alarcón y, entre los dos, la casa sin barrer.

Más control de La Hoya Lorca, pero sin aproximaciones sobre la meta defendida por Seral. Aun así, en el minuto veintiséis, Roberto Alarcón, demasiado 'chupón', sacó un zurdazo lejano que casi sorprende al meta visitante.

Estaba claro que si el Jumilla insistía por su ataque diestro iba a encontrar premio. Así fue en el minuto treinta y cinco. A Roberto Alarcón y Grego Sierra solo les faltó aplaudir a Chirri cuando sacó un centro desde el banderín, Salcedo no midió bien y Mario Ramón y Pardo solo vieron como Terol llegó como un verdadero killer, cabeceando al fondo de las mallas, empatando el partido.

El Jumilla se animó a partir del 1-1 y metió algo de miedo a los locales, pero sin más. Poco después, sufrieron un revés cuando Perona tuvo que marcharse por un problema muscular. Daba la impresión de que se iba a llegar al descanso con empate a un gol, pero en la última acción del primer acto, La Hoya Lorca desniveló el marcador. Por fin le salió bien a Paco García lo que había trabajado en la pizarra. Internada de Pina por la derecha, centro precioso, amagó Francis Ferrón y Rubén Martínez, que llegó en carrera, marcó, logrando su séptimo tanto.

La segunda parte empezó menos animosa. Menos ritmo. La Hoya Lorca mantenía su filosofía de juego, solo que Poley tenía menos fluidez. Aún así, cada vez que llegaba al área visitante era peligro, sobre todo por la desafortunada actuación de Verdú. Un error de este en el minuto cincuenta y tres, provocó que Francis Ferrón pudiera marcar tras pase de Carlos Martínez. Esta sociedad funcionó en el minuto setenta, otra vez con la inestimable colaboración de Verdú.E sta vez, Francis Ferrón sí agradeció el pase de Carlos Martínez y batió por bajo a un vendido Seral. Un rato antes, quien decidiera los cambios del Jumilla, hizo un favor a La Hoya al retirar al mejor hombre, Chirri, dando entrada a un inédito Etamané.

A partir de ese momento, el Jumilla dio la impresión de entregar el partido y La Hoya empezó a pensar en el UCAM Murcia, sesteando más de la cuenta.El técnico Paco Garcia retiró a Pina, apercibido de sanción, y dio entrada a Julián Dominguez.

A falta de nueve minutos para el final del duelo, el Jumilla se metió en el partido. Córner a la izquierda de Salcedo, otra vez mala defensa de los locales, pasividad a la hora de sacar el balón y el rechace le cae a Inestal quien aprovechó el regalo para marcar. Al final, los hoyeros respiraron aunque también es cierto que el Jumilla tampoco inquietó en los últimos minutos.