Johan Cruyff, el ídolo futbolístico para muchos de los que nacimos a finales de la década de los sesenta y principios de los setenta, gran culpable de que muchos niños de la época se hicieran del Barcelona, llegó por primera vez a España en la temporada 1973-1974. Por entonces ya era una estrella, aunque sería vistiendo la camiseta azulgrana y construyendo al Dream Team cuando se convertiría en leyenda. Esa trayectoria en España dio comienzo en La Condomina, el 4 de noviembre de 1973. Fue en el viejo estadio de la Puerta de Orihuela donde realizó su estreno oficial como futbolista azulgrana. El encuentro acabó 2-2 y en la taquilla se colgó el cartel de ´no hay billetes´. Ojeda, Ponce, José, Abel Pérez, Canito, Murciano, Vera Palmes, Ruiz Abellán, García Soriano, Juárez y Cristo fueron los granas que actuaron de inicio. A los 25 minutos, el Barça ganaba por un contundente 0-2 gracias a los tantos de Marcial y Sotil, pero los granas, que esa campaña habían regresado a Primera División con Felipe Mesones como técnico, lograron la igualada con tantos de Cristo y Canito. «Hay que destacar los malos modos de Juanito y, a cambio, la gran deportividad y generosidad de Cruyff», dejó reflejado Antonio Aullón sobre el encuentro en el tercer tomo del libro Historia del Real Murcia. Posteriormente, en la 74-75, Cruyff regresó a Murcia para triunfar en la trigésimo primera jornada del campeonato con un 0-2 en una tarde lluviosa.

Muchos años después, en 2000, Cruyff, gran aficionado al golf, vivió otro estreno en la Región de Murcia, en este caso como promotor inmobiliario, aunque su proyecto no llegó a materializarse. Como socio de la sociedad The Key, lideraba en la urbanización Mosa Trajectum, en Baños y Mendigo, un parque deportivo y centro de alto rendimiento que iba a contar con instalaciones para doce deportes y dos hoteles de cinco estrellas, que iban a ser dirigidos personalmente por el holandés. La presentación, que se llevó a cabo el 24 de mazo de 2000, se celebró en la finca San Esteban, donde el exentrenador fue obsequiado con un pan de 17 kilos que amasó la venta Tres Hermanos. Al final, de aquel proyecto faraónico solo se materializó el campo de golf. Cruyff se desvinculó posteriormente de la empresa que promocionaba el complejo y que en estos momentos se encuentra en concurso de acreedores. La propiedad del campo de golf, un centro comercial, un complejo de restaurantes y un hotel boutique, que fue lo único que se construyó, se encuentran ahora en poder de un banco holandés, el SNS Property Finance, y aguardan a tener nuevo propietario.