El Cartagena dio ayer un paso definitivo para llegar a ser un club de fútbol con futuro: ahora que el equipo mira la Copa del Rey en el horizonte y ha salido bien parado del concurso de acreedores. La única pata de la mesa que faltaba por colocar era la de armar un proyecto de fútbol base, un sueño hecho realidad gracias al acuerdo de colaboración alcanzado con el Ciudad Jardín.

Antes de dar la noticia, el dueño del Cartagena, Paco Belmonte, ya hacía presagiar que era «una de las ruedas de prensa más importantes» desde que él, Manuel Sánchez Breis y Deseado Flores se hicieron cargo del club albinegro. Lo que el Cartagena cerró ayer fue un acuerdo de filialidad con el Ciudad Jardín para las dos próximas temporadas, y ya a partir del tercer año el club de la barriada cartagenera, que en ningún caso desaparecerá, pasará a formar parte de la estructura de la entidad albinegra.

El nuevo filial del Cartagena nace bajo la denominación de FC Cartagena-Ciudad Jardín, y empezará a ponerse en marcha en junio, cuando se rompan las relaciones con el actual, el CD Algar de Preferente. Si este equipo consiguiera ascender a Tercera División, el Cartagena haría «legalmente lo que sea posible» para extender esa colaboración, según aclaró Belmonte.

Lo que está claro es que a partir de junio todos los equipos del Ciudad Jardín, salvo los de liga local, vestirán la camiseta blanquinegra. «Habrá doce equipos federados, dos en todas en las categorías: juvenil, cadete, infantil, alevín, benjamín, un prebenjamín y un equipo femenino», declaró el propietario del conjunto albinegro, que acudió a la cita en el Ayuntamiento junto al concejal de Deportes, Ricardo Segado; el coordinador del fútbol base, Isidoro García; y el responsable del Ciudad Jardín, el exportero internacional Juan Miguel García, Juanmi.

El Cartagena ya había intentado sin éxito formar unas bases propias, un asunto por el que Isidoro García siempre había mostrado su asombro: «No es posible que el Cartagena sea el único club de España que no tiene bases propias». En 2009 hubo un proyecto similar con el equipo de fútbol de La Unión, encabezado por Paco Sánchez, que fue destruido a las primeras de cambio. «La diferencia es que Paco Gómez no tenía interés en las bases, solo las quería porque las exige la Federación para poder competir. Y Belmonte, desde un primer momento, ha estado muy pendiente y entiende que el futuro del Cartagena pasa por tener una cantera», explicó García.

En el club consideran el acuerdo con el Ciudad Jardín como un gran paso para el futuro del club. Juanmi e Isidoro valoraron este convenio de filialidad como «un sueño hecho realidad». Ellos, que en su momento jugaron en el primer equipo de la ciudad, que en su época era el Efesé, quieren volver a ver la primera plantilla cargada de futbolistas cartageneros. «Ahora están Sergio Jiménez y Gonzalo, ojalá que dentro de unos años sea al revés y solo haya dos jugadores de fuera», señaló el responsable del fútbol base. Por su parte, el exportero profesional aseguró que «tenía claro desde hace mucho tiempo que el Cartagena tenía que tener unas bases propias».

Tanto Juanmi como el resto de la directiva del Ciudad Jardín formarán parte de la misma estructura a la que ya pertenecen Isidoro García, Paco Sánchez, Javier Madrid y el grupo de ojeadores que trabajan para el departamento de scouting del Cartagena. «En un futuro haremos una captación de jugadores para que todos los niños que lo deseen tengan la posibilidad de jugar en este club», adelantó García.

Más allá de que el Ciudad Jardín aporte tanto sus infraestructuras como la reconstruida Casa de la Juventud, otro de los objetivos que persigue el Cartagena es el de contar con un campo de césped natural donde poder entrenar a diario. En ese sentido, Belmonte es consciente de que «el césped natural es más complicado por coste, y en eso sí que el club debe hacer un esfuerzo en el momento que pueda. El Ayuntamiento como institución no creo que deba estar obligado a dotar al Cartagena de un campo así para entrenar. Me parecería abusivo».

El Mundial 82, posible casa

Donde sí puede echar una mano el consistorio, y de hecho ambas partes se han reunido en más de una ocasión, es en la búsqueda de un recinto deportivo para las bases. «En un futuro no van a poder confluir todos los equipos» en Ciudad Jardín. Por eso, campos de tierra como el del Mundial 82 «darían muchas posibilidades» a las bases. «El Ayuntamiento sabe que hay posibilidades. Creo que va a ser una realidad más pronto que tarde», dijo Belmonte.