La Hoya Lorca, quien vistió de verde brócoli, logró el quinto triunfo a domicilio de la temporada que le permite sumar cuarenta y cinco puntos, o lo que es lo mismo, asegurar la permanencia y pensar sin presión en las ocho jornadas que restan para consolidarse entre los seis primeros. Ese triunfo supone igualar al quinto clasificado, el Granada B. Los lorquinos jugarán la próxima campaña en Segunda B por cuarta campaña consecutiva, algo que no ha hecho jamás ningún equipo lorquino. Derrotó al Mérida por 0-2 en un partido muy serio, sabiendo siempre cómo quería jugar, teniendo el balón y aprovechando al máximo sus ocasiones. Los Martínez, Rubén y Carlos fueron los autores de los golazos.

El técnico hoyero, Paco García, solventó las bajas que tenía en defensa, colocando un centro de la zaga inédito con Mario Ramón y Pardo. Grego Sierra actuó como lateral zurdo. Pina en la derecha.

El choque empezó bajo una lluvia torrencial que dejó el césped muy resbaladizo. El Mérida salió a por todas nada más escuchar el pitido inicial. Los locales acorralaron a los lorquinistas los primeros catorce minutos. Sabían que en la izquierda había un filón con un central reconvertido a lateral por lo que todas las acciones las cargaban por el ataque derecho. Llegadas insistentes de Joaqui, centros y muchas dudas en el eje de la defensa y portero de la Hoya Lorca. A los siete minutos, Pedro Conde sacó un duro disparo, que puso en serios aprietos a Salcedo quien metió los puños de forma defectuosa por el agua, el rechace lo controló dentro del área Aitor, pero se resbaló, con fortuna para los visitantes. Llegado al cuarto de hora, el partido cambió. La Hoya Lorca se sacudió el dominio inicial local y empezó a sentirse bien. Aparecieron Poley y Álex Bernal y el juego se equilibró. Los extremeños solo inquietaban a balón parado, en los demasiados corners que concedían los lorquinos.

En el minuto diecisiete llegó el gol de la Hoya Lorca en la primera llegada clara. Poley vio la diagonal que le había marcado Rubén Martínez, le envió un pase preciso y precioso, Rubén ganó la espalda a su marcador, se plantó ante Raúl Moreno, a quien batió por debajo de las piernas. Gran gol. Fue el sexto de Rubén Martínez, quien se coloca como máximo goleador de su equipo. Los extremeños se lamentaban en la única fisura defensiva que habían tenido en la primera parte, aunque el gol fue más mérito de los visitantes.

En el minuto veintiocho, un saque de esquina botado por Borja puso en serios aprietos a Salcedo, quien repelió como pudo. Otro corner contra los hoyeros en el minuto cuarenta y uno, mal defendido por estos, pudo suponer el tanto del empate pero Álex Bernal salvó bajo los palos, tras un cabezazo de Pedro Conde. A falta de dos minutos para el descanso, el segundo de la Hoya Lorca estuvo muy cerca. Jugada de tiralíneas. Penetración de Rubén Martínez por la derecha, centro raso por delante, perfecto, y Carlos Martínez que llegó en carrera, remató al larguero. Ocasión clarísima para casi haber sentenciado el partido.

En el descanso Paco Garcia dejó en el vestuario al amonestado Roberto Alarcón y dio entrada a Gassama, quien ofreció a sus compañeros más profundidad al ataque. El Mérida mientras tanto seguía a lo suyo. Penetraciones por su ataque derecho, centros, peligro en acciones a balón parado y poco más. En el minuto cincuenta y uno, el Mérida tuvo una gran ocasión para marcar. Joaqui centró desde la derecha y Aitor, en el segundo palo a placer, envió fuera.

A medida que pasaban los minutos, el Mérida jugaba con mucho corazón, pero escaso de cabeza. Todo lo contrario que su rival. Los lorquinos tenían el balón, Poley como director de orquesta, buena defensa, Salcedo muy seguro por arriba y buscando el contragolpe. El entrenador hoyero volvió a sustituir a Álex Bernal, quien hizo un trabajo muy disciplinado, más sin balón, con poca participación con el cuero. Entró Airam y esta vez el eje del medio campo no se resintió.

En el minuto setenta y tres, llegó el segundo de la Hoya Lorca. La pizarra de Paco García funcionó esta vez a la perfección. Un córner que botó Poley a la izquierda de Raúl Moreno, llegó desde atrás el más bajito, pero a la vez el más listo, Carlos Martínez, quien de cabeza anotó el segundo para tranquilidad de sus compañeros.

Ahí se acabó el partido, ya que el Mérida mostró síntomas de cansancio la Hoya Lorca muy entero, hizo correr mucho a su rival a quien fue noqueando a los puntos hasta dejarle sin aliento y sin capacidad de reacción. El único argumento mostrado por los extremeños como méritos a favor fueron los numerosos lanzamientos de esquina que botaron, y hasta el final, tuvieron alguna que otra opción para marcar, siempre desde las esquinas, pero sin el acierto necesario.