José Ángel Carrillo decidió tomar una decisión difícil el pasado verano para dejar el Real Murcia y marcharse al Sevilla Atlético, rival de los granas el domingo en Nueva Condomina y uno de los equipos que, al igual que los granas, se encuentra muy en forma en la clasificación. El problema es que Carrillo, como le pasó vestido de grana el pasado curso, perdió la cabeza en el choque de la jornada 24 ante el Granada B y vio la roja directa por «pisar a un rival». El castigo fue una sanción por parte del Comité de cuatro partidos y, casualidades del destino, la semana pasada cumplió el último de los cuatro choques que tenía pendientes, por lo que de entrar en la convocatoria, podría suponer el regreso de un jugador que ha preferido probar suerte lejos de casa.

Que venga Carrillo siempre es un problema, como siempre que el Murcia se mide a un rival en el que haya exjugadores de la centenaria entidad. Una de las cuatro derrotas que lleva el Murcia en su casillero, curiosamente, fue en su visita al campo del filial del Sevilla, el día que se lesionó Azkorra, y un choque que acabó decidiéndose por un gol del delantero murciano, que ese día fue titular.

El delantero criado en las bases del Murcia ya había perdido el puesto de titular antes de su expulsión, aunque lo que sí parece bastante probable es que entre en la lista de convocados para volver a la que ha sido su casa desde hace dos temporadas. El choque del domingo ante el Sevilla Atlético se convierte además en uno de los más importantes del curso, porque los andaluces solo han encajado dos derrotas en las 28 jornadas que se llevan disputadas en el Grupo IV de Segunda B. En el partido de la primera vuelta, Carrillo tuvo la culpa de que sus excompañeros se volvieran de vacío. El domingo nadie se atreve a decir si Carrillo podría ser titular después de un mes sin saltar al campo.