Con la bocina que marcaba el final del partido avisando de que el encuentro había tocado a su fin, el Plásticos Romero consigue un nuevo triunfo, en esta oportunidad ante el Betis FSN por 6-5 en un encuentro trepidante, sobre todo en el último minuto. Los visitantes conseguían ponerse 4-5 a 26 segundos para el final, pero dos tantos, uno aprovechando la superioridad con portero jugador que marcaba Rahali a 15 segundos para el final y el 6-5 definitivo en una rapidísima contra culminada por Elian en el suspiro final, suponen una nueva victoria.

Y es que lo que pasó en la tarde de ayer en el Central será difícil de olvidar, porque con menos de medio minuto tener el partido perdido y en esos 26 segundos obrar el milagro con una remontada histórica, llegó el delirio de los cerca de mil quinientos espectadores que acudían a ver a su equipo.

Conforme se va acercando el final de la temporada, al equipo cartagenero le va costando más trabajo ganar, y los partidos tienen emoción hasta el último instante. Si hace quince días se sufría ante O Parrulo, lo de esta oportunidad puso a prueba a muchos corazones. El Plásticos Romero, sin jugar bien, conseguía un triunfo importantísimo de cara a los cuatro encuentros que restan para la conclusión de la competición.

A los dos minutos de comenzar el enfrentamiento Paco ponía el 0-1 en el marcador, pero pronto reaccionó el equipo local y Eli, en jugada personal, empataba a uno. No le salían las cosas a los de Guillamón y entre los minutos 8 y 9 el Betis FSN puso tierra de por medio, con goles de Keko y Varela.

Los sevillanos presionaban muy arriba y los cartageneros no tenían forma de sacar el balón con fluidez. Pese a ello, en el minuto 13 de la primera parte Eli acortaba distancias, dejando el marcador en 2-3 a favor aún de los visitantes. A falta de cinco minutos para terminar la primera parte, el Betis hacía su quinta falta y poco después cometían una infracción sobre el meta Raúl, que fue decretada como doble penalti. Javi Matía lanzó y materializó el tercer tanto. Lo mejor que se podía decir al descanso era el resultado, ya que las cosas no se veían nada claras.

Comenzó la segunda parte y el Plásticos Romero salió con más verticalidad y empezó a crear ocasiones en la portería de Carlos. Jesús tuvo una ante el portero, pero éste la desvió. Rubén Zamora remataba a bocajarro y Carlos de nuevo con la cara, evitaba un nuevo tanto para los locales.

En el minuto 34 Javi Matía lanzó una falta directa que se estrellaba en la escuadra, mientras que cuando llegó el minuto 36 Jesús sacó de esquina y un defensor metía el balón en su propia portería, dando de esta manera algo de tranquilidad a la grada.

No obstante, todo sería pasajero, ya que segundos más tarde Paco lograba el empate a cuatro goles.

A partir de ese instante se desató la locura en el Central. Cuando el Plásticos Romero estaba volcado en busca del gol de la victoria, Miguel lograba en una gran acción conjunta tras saque de esquina y un jarro de agua fría inundaba a los aficionados que se dieron cita en el recinto. Pero la suerte estaba detrás de la esquina. A falta de 26 segundos, jugando Javi Matía como portero-jugador, Rahali lograba el empate a cinco tantos.

Cuando hasta el más optimista daba por bueno el resultado y que su equipo sumara un punto, en la última décima de segundo y con la bocina sonando, Eli obra el milagro y consigue el 6-5 para el Plásticos Romero. Dos personas del cuerpo técnico saltan a la pista para celebrarlo, al igual que algunos aficionados, y el colegiado decreta el final.

El triunfo, uno de los más extraños en la historia de este club, supone mantener a raya a los perseguidores en la pugna por el ascenso, ya que Hércules volvía a ganar y la distancia es de tres puntos.