José Manuel Aira tendrá que sacar hoy el manual del buen buceador para estudiar con calma el capítulo en el que explican cómo calcular el lastre perfecto. Y no porque el Real Murcia haya cambiado de disciplina deportiva, sino porque las condiciones meteorológicas y las presiones externas le obligan a ser más fuerte que nunca. Si desde la tarde de ayer, los murcianistas empezaron a sentir el contacto directo con la piel del UCAM, segundo clasificado; en el día de hoy, en el campo de Gibraltar, tendrán que presumir de cimientos para sobrevivir en un estadio en el que se espera que el viento sople a más de 36 kilómetros por hora, lo que hara prácticamente imposible el control del juego, y en el que desde hace un año la Balompédica Linense no encadenaba una racha de tres victorias consecutivas. Además, los de la Línea viven su momento más dulce del curso desde que a finales de diciembre cambiaran de entrenador. Con Manolo Ruiz en el banquillo, la Balona ha sumado cuatro victorias, tres empates y dos derrotas.

Será, por tanto, una buena prueba para medir el estado anímico del Real Murcia, sobre todo cómo ha sentado en la caseta grana la derrota de hace una semana ante el Cádiz en Nueva Condomina, traspié que significaba el fin de una racha de dieciséis jornadas consecutivas sin perder. Eso, siempre y cuando el viento dé alguna posibilidad de juego, porque las estimaciones no son nada buenas. Y es que, las previsiones indican que a la hora del encuentro las rachas de viento pueden llegar a los 36 kilómetros por hora, una situación que ya tuvieron que soportar ayer los murcianistas durante el entrenamiento vespertino que José Manuel Aira celebró en territorio gibraltareño. El campo elegido, además, era de césped artificial. Otra decisión tomada pensando en el choque de esta tarde, en el que los murcianistas tendrán que adaptarse por primera vez en el curso a la hierba sintética.

Para que los obstáculos queden en anécdota y el Real Murcia pueda sumar su novena jornada sin perder a domicilio, José Manuel Aira tendrá que cubrir la baja de Germán, un fijo en la banda derecha, y decidir si mantiene a Armando en el centro de la defensa o si devuelve al murciano al medio, colocando a Satrústegui como compañero de Tomás Ruso. Jaume Sobregrau, ya recuperado de su lesión, no ha viajado para no forzar, por lo que lo normal es que Ruso-Satrústegui vuelvan a jugar juntos cuatro semanas después.

Más complicado es buscar un sustituto a Germán. El tinerfeño, que el pasado domingo forzaba la quinta amarilla para tomarse un respiro y dar descanso a su rodilla, se ha convertido en uno de los futbolistas más en forma de los granas, pero Aira siempre ha mantenido su confianza en su plantilla. Con Isi fuera las próximas semanas por lesión, las opciones pasan por Javi López, Arturo, Fran Moreno e incluso Sergio García, quien podría jugar a banda cambiada.

En el lado contrario, Manolo Ruiz también cuenta con los justos. Las bajas de Canario, Zamorano y Buitrago le dejan con solo dieciséis futbolistas disponibles. Lo normal es que, después del triunfo de hace una jornada en el campo de La Hoya, el técnico de la Balona repita once titular.