El Unicaja de Málaga, próximo rival del UCAM Murcia este domingo (12.30 horas), regresó ayer a la competición, tras estar diez días parado al no clasificarse para la Copa del Rey, y lo hizo como concluyó el último partido ante el Montakit Fuenlabrada, irregular, sin actitud y mostrando unas graves carencias, que le llevó a una derrota justa ante el Darussafaka turco por 78-55.

El equipo malagueño afrontará de este modo el partido ante el UCAM en un mal momento. Pese a todo, en el conjunto murciano no se fían de su irregularidad. «Será un partido difícil ante un rival directo y si ganamos nos podremos a su altura en una competición muy igualada y en el que hay muchos equipos separados por pocas victorias», apuntó el alero del UCAM Thomas Kelati, para añadir que deberán «jugar como sabemos para llevarnos el triunfo». La clasificación apenas separa a andaluces y murcianos por una victoria