El futuro del Real Murcia pasa por la ampliación de capital que se aprobará el próximo 13 de marzo y en la que se lanzarán acciones por valor de cinco millones de euros. Así lo viene recalcando Guillermo Martínez Abarca, presidente de la entidad murcianista, desde que asumiese el mando del club tras el fallecimiento de Jesús Samper. El objetivo no solo es reunir un capital que garantice la supervivencia a corto plazo de la institución, sino también involucrar al murcianismo para que el accionariado quede lo más repartido posible, evitando un nuevo 'Jesús Samper'. De ahí que la palabra «atomizar» -dividir algo en partes sumamente pequeñas, según la RAE- sea una de las más utilizadas por el abogado murciano y su equipo de trabajo.

Sin embargo, una cosa es la teoría y otra muy distinta la práctica. Y es que los antecedentes no permiten ser demasiado optimistas. Solo hay que echar la vista atrás al año 2009 y analizar los resultados de la que hasta el momento es la última ampliación de capital llevada a cabo en el Rea Murcia. En aquella ocasión, Jesús Samper hizo un llamamiento a los aficionados para conseguir reunir 2.039.400 euros -de completarse, el capital social de la entidad pasaría de 6,2 millones a 8,2 millones-, pero el resultado final quedó demasiado lejos del objetivo.

Pese a que la compra de acciones iba unida a importantes descuentos en la adquisición de los carnés de abono de las temporadas 2009-2010, 2010-2011y 2011-2012, rebajas que permitían ahorrarse 152 euros en el caso de los abonos del fondo inferior y hasta 642 euros para los de tribuna preferente superior, finalmente solo se suscribieron un 35% de los títulos lanzados por la entidad. Es decir, que de los algo más de dos millones de euros que se querían reunir, solo se consiguieron 714.208 euros, una cifra que dejó un sabor de boca amargo en los entonces rectores de la entidad murcianista. Incluso en años posteriores, una de las personas más cercanas a Jesús Samper y que más se implicó en la mencionada ampliación de capital, mantenía su desazón al considerar que «las acciones salían gratis, pero ni regalándolas, la afición fue capaz de dar un paso al frente».

Al margen de las sensaciones que quedaron en las oficinas de Nueva Condomina en aquel año 2009, lo cierto es que el Real Murcia, a través de su página web, celebró la llegada al accionariado de seis mil doscientos aficionados, que, aunque no restaban poder a Jesús Samper, que seguía manteniendo cerca del 90% de las acciones, si que podrían tener voz y voto en las Juntas de Accionistas siempre que fueran capaz de agruparse. Incluso, después de la ampliación de capital fue cuando el madrileño invitaba a sentarse en el consejo de administración a Miguel Martínez, presidente de la FEPEMUR, como representante del murcianismo.

Ahora, siete años después, Guillermo Martínez Abarca y el resto de consejeros trabajan para despertar a la afición, que según el presidente solo está dormida, para que tras la aprobación de la ampliación en la junta del próximo 13 de marzo se dé un paso al frente y por primera vez en casi tres décadas sea la sociedad murciana la que demuestre lo que realmente representa la institución centenaria, pasando a formar parte del accionariado, aunque en esta ocasión sin descuentos ni rebajas. A falta de que se anuncien todos los detalles, lo que sí se conoce es que cada acción tendrá un valor de 102,06 ? y que el objetivo final es reunir 5.103.000 euros.