Las caras de los jugadores del FC Cartagena a la conclusión del encuentro mostraban perfectamente la desilusión por no haber conseguido el triunfo en el Municipal La Hoya de Jumilla. El empate a cero es un pobre resultado para un equipo que se esforzó por llevarse el partido, pero el nulo acierto de sus atacantes pesó como una losa al final y se tienen que contentar con un punto más.

El equipo dirigido por Alberto Monteagudo fue mejor que el Jumilla -que llegaba en clara línea ascendente-, porque los locales decidieron -tal y como decía el guión- dejarle el peso del choque al FC Cartagena y tratar de aprovechar, con sus armas, las opciones que tuvieran a lo largo de los noventa minutos. Los cartageneristas, por su parte, quisieron el balón, aunque no siempre supieron sacarle provecho a su dominio. Si bien el poco peligro del rival les hacía permanecer muy tranquilos en defensa, en ataque volvieron a aparecer viejos asuntos de esta plantilla. Tuvo el FC Cartagena cuatro o cinco acciones claras para haberse puesto por delante, tanto en la primera como en la segunda parte, pero ayer no fue el día de Menudo ni, mucho menos, el de Chus Hevia, quien cuando el partido languidecía tuvo en su cabeza el 0-1 que mandó fuera del campo.

La sensación de vacío la reflejó también el preparador al término del choque, porque si bien suman un punto, todo hacía prever que el FC Cartagena sería capaz de embocar alguna de sus oportunidades.

Los jumillanos, que llegaron al choque con un bagaje de tres triunfos en los últimos cuatro encuentros, fueron conservadores en exceso. El conjunto dirigido por Josico hasta la semana pasada y con Paco Pliego dando instrucciones desde el túnel de vestuarios, dio una pobre imagen. Lo hipotecó todo a balones arriba para que Kondogbia se buscara la vida, pero demasiado simple, a la vez que estéril, en la confección del juego y, por tanto, en la búsqueda del gol.

Al Cartagena le costó desperezarse por las horas en las que se jugó el encuentro. El equipo de Monteagudo salió falto de presión, un poco a ver qué es lo que ocurría en los primeros minutos de partido. Esto motivó que el Jumilla tomara el mando del balón por momentos y se acercara con más frecuencia al área defendida por Limones que al contrario. Los locales tiraron de presión para ahogar la salida de los albinegros, ya que Rivero era quien pedía el mando en el centro del campo.

La situación aconsejaba, por tanto, balones en largo y que los jugadores rápidos del club cartagenero corrieran a por el esférico.

El bloque entrenado por Josico -por cierto ayer acudió a la grada, al estar suspendido de empleo y sueldo- creaba incertidumbre en las acciones a balón parado. El conjunto visitante es donde más problemas está teniendo esta temporada, en la defensa de las acciones a balón parado. El bloque blanquiazul lo intentó en el minuto 10 con un cabezazo de Manzanara tras saque de esquina botado desde la izquierda, pero su testarazo se marchaba demasiado cruzado.

No fue hasta transcurridos los primeros veinte minutos cuando el bloque cartagenerista conseguía desperezarse y coger el mando del centro del campo. A Rivero le costó trabajo encontrar su sitio, juega más de espaldas a la portería contraria, pero en el momento en el que conseguía darse la vuelta generó la verticalidad que necesita este equipo para buscar la meta rival.

En el minuto 21 un pase interior de Cristo Martín -caído a banda derecha-, lo recogía Menudo quien encaró a Seral, pero no definía bien, lo que facilitó que el meta jumillano desviase la ocasión de más peligro hasta ese momento en el encuentro.

Seis minutos más tarde de nuevo un activo Menudo tuvo en sus pies el 0-1, cuando tras recoger un pase en profundidad conseguía deshacerse del portero y aunque escorado se encontró con la portería vacía. Su chut lo despejaba en el último momento y bajo palos Luis Verdú.

Tres minutos más tarde era Sergio García quien lo intentó de lejos con un lanzamiento que se marchó demasiado alto. Los albinegros estaban encontrando el camino donde poder hacer daño al oponente. El pase interior con Menudo como protagonista o la banda derecha con un incombustible Ceballos y Martín eran el foco de toda la tensión ofensiva del FC Cartagena.

Los jumillanos esperaban su oportunidad. Etamané se las veía con los centrales albinegros. Iba a todas y hacía que ni Gonzalo Verdú ni Moisés perdieran la atención. Por banda izquierda Kondogbia le hizo trabajar a Ceballos, aunque este último casi siempre respondió bien a las acometidas.

Lo intentaron a la contra los de Josico, pero les faltaba más rapidez y más jugadores a la hora de incorporarse al ataque, lo que provocaba comodidad en defensa para el FC Cartagena en este tipo de situaciones.

A nueve minutos para el final de la primera parte fue Hevia quien gozaba de otra buena oportunidad al encontrarse un balón suelto dentro del área tras un centro. El asturiano disparó fuerte, pero Luis Verdú -ayer uno de los mejores de su equipo- sacaba con la cabeza cuando el meta ya estaba batido.

En la segunda parte Sergio García se quedaba por unas molestias en el banquillo, el Jumilla volvía a presionar y evitó que Rivero volviera a ser protagonista durante este periodo. Los cartageneristas fueron durante 45 minutos un equipo más gris que antes, con pocos recursos y a los que les costaba un mundo acabar sus jugadas de ataque.

Un chut flojo de Etamané fue todo lo que hizo el Jumilla en la segunda parte. Los albinegros, por su parte, gozaron de un duro disparo de Menudo escorado en el área que hizo estirarse a Seral.

Monteagudo quitó al propio Menudo y a Rivero, y dio entrada a Laens, que poco aportó finalmente, y a Luque.

Hevia se encontró en el 88' con un balón bien centrado por Álvaro, y tras escurrirse el defensor local Luis Verdú en el área, el asturiano tan sólo tenía que poner la cabeza para que el balón se introdujera al fondo de la red. Pero ayer no era el día de Chus y el esférico se perdió, tal y como también acabó el Cartagena.