Sería hipócrita no apreciar el mérito y las aptitudes del proyecto y los logros del UCAM Murcia CF tras todo lo logrado en los últimos dos años y medio, desde que el club presidido por José Luis Mendoza retornara al Grupo IV de Segunda División B. La trayectoria, con rachas excelsas tanto en puntuación, resultados, y cotas alcanzadas hasta la fecha (el play off disputado el pasado año fue el culmen de un año glorioso), invitan a presagiar muchos éxitos para este prematuro e ilusionante club.

No obstante, la constancia y la regularidad son ápices dispuestos al alcance de muy pocos. En algún momento es necesario hincar la rodilla para, después, volver a levantarse. Las comparaciones son odiosas, en algunos momentos no son ni equiparables, pero únicamente hay que remontarse al 19 de diciembre de 2015 para comprender el descenso, tanto en puntos como en las sensaciones mostradas por el UCAM Murcia, que el domingo recibe para al Betis B (17.30 horas) en La Condomina, para comprender el verdadero daño que ha hecho un aciago mes de enero a este equipo.

Mes y medio después de ese 19 de diciembre, en el que el UCAM daba un golpe sobre la mesa y se sobreponía al Cádiz en La Condomina cuajando una actuación imperante, el equipo parece haber cambiado. Han variado algunas piezas, pero el equipo, aparentemente, funciona con menor alegría y vistosidad, lo cual se refleja en los resultados.

El engranaje ha perdido aceite tras la llegada del nuevo año, y el parón navideño ha sido el detonante para el bloque universitario. Desde entonces, cinco partidos: una única victoria, en casa, ante el colista, y sin ofrecer una versión claramente superior que se corresponda con el puesto que se ostenta en la tabla; tres empates, ante dos equipos implicados en el descenso y otro situado en mitad de tabla; y una derrota, ante un rival de play off como es el Sevilla Atlético.

Los números de este mes, de esos cinco partidos, suponen una cadente grosería para un equipo capacitado para más, mucho más: tres goles a favor, cuatro en contra, y seis puntos de los quince que se disputaban.

Como conclusiones positivas está el buen hacer defensivo del equipo, que aunque en ciertas ocasiones ha mostrado algo de nerviosismo o disolución, los números son los que son y también se confirman en este mes aciago, y es que el bagaje de goles en contra del UCAM es el tercero mejor de toda la Segunda División B: trece tantos recibidos en veintitrés jornadas, solo superado por Logroñés y Sestao River. El UCAM Murcia es segundo, con los mismos puntos que el Sevilla Atlético, y posicionado a siete del líder, el Real Murcia. No obstante, esta situación no prevalece por méritos propios, sino porque los rivales implicados también han sufrido 'pinchazos' fortuitos en este mes de enero.

Como desenlace negativo, la imagen perjudicial y los resultados que se alejan de los esperados en dos situaciones distintas: jugando como local, y ante equipos de mitad de tabla para abajo.

La primera cuestión es alarmante, ya que en una categoría como ésta, defender tu campo es un objetivo primario. El UCAM ha obtenido poco más de la mitad de los puntos posibles jugando como local, en total 21 de los 36 que se han disputado, rebajando así su credibilidad y su confianza al jugar en La Condomina. Además, esto desemboca en una consecuencia lastimosa para la moral universitaria, y es que el UCAM es el peor equipo local de los cuatro que ostentan posiciones de play off. Sus números no se alejan ni mucho menos de equipos más mediocres en la clasificación, como Algeciras, Granada B, La Hoya Lorca, Cartagena, Jumilla o Linense, todos afianzados en una puntuación de 17 y 21 puntos jugando como local.

En cuanto a la segunda, el UCAM Murcia se ha dejado por el camino un total de catorce puntos frente a seis equipos situados en mitad de tabla o en posiciones inferiores, además de algún empate o victoria cosechados de forma sufrida en instantes finales (como ante el Villanovense o el Marbella).

En resumidas cuentas, en las próximas fechas llegan partidos de los que se esperan resultados contundentes que reviertan estas secuelas, ya que el único rival que sobrepasa la mitad de la clasificación es el Real Jaén. Podrá no jugar bien o convencer en todos esos duelos, pero a lo que sí ha acostumbrado a su respetable y a los aficionados en general es a dar una buena imagen, y sobre todo, provocar una diversión mucho mayor de la que ha generado en este último mes. Es momento de dar un paso al frente y demostrar la auténtica valía de un grupo capacitado para todo.