El Real Murcia, después de obtener el permiso de los herederos de Jesús Samper, ha tardado menos de veinticuatro horas en comunicar que ya hay fecha para la tan esperada junta general de accionistas que tuvo que aplazarse el 18 de diciembre por el fallecimiento del malogrado presidente, quien por otra parte tenía la intención de aprobar la misma ampliación de capital que se pondrá sobre la mesa el domingo 13 de marzo, con una emisión de títulos por valor de cinco millones de euros y que se presume como primer paso para salir de la delicada situación económica que vive la entidad.

El nuevo escenario que se abre para el consejo de administración del Real Murcia resulta tan ilusionante como preocupante, ya que el primer 'match ball' que andaban buscando los nuevos consejeros, el compromiso por escrito de uno de los herederos de Jesús Samper de donar las acciones de su padre, ya lo tienen sobre la mesa, pero el problema principal será abordar el sustento económico de un club que necesita una cantidad que ronda los cinco millones de euros para cubrir todos los gastos de la temporada actual.

Mientras que Samper vivía, el capítulo económico no era el tema de preocupación en Nueva Condomina, sin embargo ahora nadie está en condiciones de garantizar las nóminas de los jugadores y de los empleados, ya que las cantidades que se están obteniendo a través de las nuevas captaciones de abonos son insuficientes para mantener todo lo que conlleva el día a día de la institución deportiva más importante de la Región.

Por lo tanto, después de poder darse casi por hecho que será aprobada esa ampliación de capital en la que tanto los socios, como abonados y el público en general podrán adquirir nuevos títulos, queda todavía en el aire la cuestión más trascendental de todo este asunto. El mismo papel que firmó Gonzalo Samper para satisfacer las exigencias de un consejo que ha exigido desde el momento de su muerte la desvinculación de todo lo que tuviera que ver con el anterior presidente, será un éxito si el consejo que comanda como presidente Guillermo Martínez Abarca es capaz, no solo de cubrir los gastos pendientes, sino de completar una transición tranquila y sin sobresaltos en lo que se refiere a la propiedad del club.

En cualquier caso, la ampliación de capital sí que abre un abanico de posibilidades que ya diseñó Jesús Samper planeando un escenario donde los que realmente estuvieran interesados, y tuvieran la liquidez necesaria, pudieran pasar a tener el control total de la entidad murcianista.

«El Consejo de Administración del Real Murcia CF SAD aprobó por unanimidad, en reunión celebrada en el estadio Nueva Condomina, el llamamiento a Junta General Ordinaria de Accionista que se celebrará el domingo 13 de marzo en primera convocatoria, siendo la segunda convocatoria en caso de necesidad al día siguiente». De esta forma anunciaron ayer los nuevos responsables granas a través de la web del club una junta de accionistas que, tras aprobar la ampliación de capital, puede derivar tanto en la llegada de un nuevo propietario que aporte estabilidad como todo lo contrario.

Ahora será el momento de que algunas personas que ya han adquirido mucha publicidad gratis a cambio de nada, como el notario Francisco Tornel o el empresario Antonio Perea demuestren, con el dinero por delante que nunca vio el desaparecido presidente grana, si realmente tienen detrás las suculentas cantidades económicas que tanto anuncian en los medios, o si por el contrario se mantienen en un segundo plano a la espera de que fracase el nuevo consejo de administración y entonces hacer su aparición estelar.