El Consejo de Administración del Real Murcia ya tiene la confirmación de que contará con el documento necesario para poder llevar a cabo la ampliación de capital que puede servir al club para salir del pozo económico en el que se encuentra. Gonzalo Samper, hijo del fallecido presidente Jesús Samper, firmó ayer ante notario los documentos de cesión del 87% de las acciones que su padre poseía como administrador único de la empresa Gestora Deportiva Murciana, propietaria de la entidad grana. Un paso indispensable que los actuales consejeros del club llevaban esperando desde hace días para poder continuar con la hoja de ruta que plantearon tras el fallecimiento del mandatario con el único objetivo de salvar a la institución.

Después de informarse de todas las consecuencias posibles que podía derivar su firmar, Gonzalo Samper decidió ayer dejar por escrito la cesión del 87% de las acciones por un precio simbólico al actual Consejo. Sin embargo, todavía falta otro paso para que esas acciones queden definitivamente en posesión del Real Murcia. Y no es otro que la aceptación de Gonzalo de la herencia de Jesús, convirtiéndose en heredero legal de todas las posesiones, bienes y deudas de su progenitor.

En cualquier caso, la noticia es muy positiva para los intereses del Real Murcia, que a partir de ahora, con ese poder especial otorgado por Gonzalo Samper, podrá proponer la ampliación de capital que el propio Jesús Samper se comprometió a llevar a cabo semanas antes de su fallecimiento. La firma de estos documentos era la llave necesaria para abrir todas las puertas y que ahora permitirá al nuevo consejo encabezado por Martínez-Abarca disponer de más poderes y desbloquear esa ampliación de capital que servirá para ingresar liquidez en las arcas del club. Además de ceder las acciones a un precio simbólico, en el documento firmado ayer por Gonzalo Samper, éste se compromete a no concurrir a la ampliación de capital.

El Consejo, que se reúne hoy a las doce, fijará la próxima junta general ordinaria de accionistas, que tendrá que celebrarse obligatoriamente a partir del 1 de marzo, pues, según está regulado por ley, entre la convocatoria y la fecha prevista para la celebración de la reunión deberá existir un plazo de, al menos, un mes en las sociedades anónimas. Esa junta se presume clave para el futuro de la entidad. En la misma se someterá a votación la puesta en marcha de una ampliación de capital por valor de cinco millones, que se llevará a cabo este año.

Con esta iniciativa, todos aquellos que han mostrado su interés en los últimos meses por hacerse cargo de la entidad o simplemente «ayudar» tendrán una oportunidad inmejorable para llevar a cabo sus promesas. Es el caso, por ejemplo, de Francisco Tornel, el notario que desde el pasado verano asegura contar con el apoyo de varias empresas de la Región dispuestas a dar un paso al frente, con la colaboración de la plataforma Arca Grana.

Aun así, la idea de los actuales consejeros del Real Murcia es atomizar en la mayoría de lo posible las nuevas acciones y que éstas se repartan entre los máximos titulares posibles. Se están manejando varias fórmulas aunque de momento no hay nada concreto. Eso sí, los primeros en poder acceder a las acciones que se pondrán en circulación serán los actuales accionistas de la entidad. Luego, se abrirá una segunda fase en la que ya podrían concurrir los abonados y, por último, una tercera fase en la que podría participar cualquier persona interesada.

El objetivo del actual Consejo de Administración es que el capital quede lo más repartido posible, aunque si no se diera esta situación, que es la que se considera ideal, se buscaría una empresa que se hiciera cargo del control del club.