Sin Jesús Samper y con el futuro del Real Murcia lleno de incógnitas, el notario Francisco Tornel solo necesitó una reunión y unas pocas palabras -mejor dicho, una cantidad- para hacer olvidar las críticas que había recibido en verano por el dueño del club y ganarse la confianza de Guillermo Martínez Abarca, todavía vicepresidente de la entidad murcianista. Fue el pasado 28 de diciembre durante un encuentro al que asistieron más de diez personas y en la que se intentaba saber la predisposición de cada una de las partes tras el fallecimiento del máximo accionista grana y la intención de sus herederos de renunciar a seguir en Nueva Condomina.

En esa cita, Tornel, que desde el pasado verano ha ocupado titulares de periódicos y horas de radio sacando a pasear su interés por hacerse con el control del Real Murcia pero que nunca logró demostrar la credibilidad y la seriedad de su propuesta ante Jesús Samper, daba un paso al frente recurriendo a un 'truco' que sabía perfectamente que le volvería a situar en el centro de todas las miradas. Según explicó a los presentes, pondría sobre la mesa 150.000 euros para pagar una nómina a los futbolistas granas. Una aportación que se haría como crédito participativo para convertirlo posteriormente en acciones y que mantuvo en encuentros posteriores que se llevaron a cabo esa misma semana.

Pero catorce días después de aquella reunión y a 96 horas para que se cumpla el plazo propuesto por el propio interesado, pocos son los que confían en que los 150.000 euros llegarán a las oficinas de Nueva Condomina. Solo hay que escuchar cómo ha cambiado el discurso de Guillermo Martínez Abarca en los últimos días. Y es que el ahora presidente del Real Murcia ha pasado de elogiar públicamente la predisposición de Tornel a ayudar económicamente a pedir al notario en una entrevista en la Cadena Ser que deje de intoxicar. Incluso en círculos privados, uno de los integrantes del nuevo consejo de administración de la entidad murcianista afirmaba hace una semana que Tornel está demostrando que es «un mentiroso».

Todo por los continuos cambios en los planteamientos y en el discurso del interesado en comprar el Real Murcia, que ha vuelto a demostrar, como ya ha ocurrido con otros pretendientes a asumir el control del club grana, que a la hora de dar el paso siempre aparece alguna excusa que le resta credibilidad. Porque si hasta la muerte de Jesús Samper el problema, según el notario murciano, era que el dueño del club quería dinero para ceder sus acciones; ahora, con el madrileño ya fallecido y con la entidad necesitada de un nuevo 'jefe' que afronte los pagos, el problema está en otros mil lados -que si los Samper siguen controlando la institución, que si el consejo es una marioneta en manos de los aún dueños, que si los herederos tienen que renunciar por escrito a las acciones incluso antes de saberse qué ocurre con la herencia...-.

Pretextos y evasivas que no solo le han llevado a ser cuestionado por Guillermo Martínez Abarca sino que además ya tampoco cuenta con el apoyo de la Asociación de Accionistas Minoritarios, ahora en el consejo de administración de la entidad. Si fueron ellos los que le presentaron el pasado verano a Jesús Samper como una alternativa de cambio, unos meses después, las relaciones están rotas al desconfiar el grupo liderado por Pablo Baeza de un proyecto que poco a poco se está descubriendo que está vacío, idea que además llega reforzada por la negativa de Tornel y de su grupo a entrar en un consejo al que fueron invitados como un gesto del presidente pese a que no cuentan ni con acciones ni con respaldo social.

Después de llevar meses afirmando en distintos medios que ha conseguido el apoyo de varias empresas murcianas que estarían dispuestas a meter su dinero en Nueva Condomina -una treintena, según sus palabras- e incluso a atreverse a hablar de varios millones de euros -cifra que bailaba según el día de la semana en el que se plantara ante los micrófonos-, Francisco Tornel ha preferido dar un paso al margen justo en el momento en el que más fácil tiene demostrar que todo lo que viene defendiendo es realidad, posiblemente porque todo ese respaldo que dice tener sea solo una ilusión. Como demuestra el hecho de que algunas de las sociedades con las que afirma haber contactado y que publicamente prefieren no pronunciarse, niegan en privado que tengan alguna relación con la cabeza visible de la plataforma Arca Grana. «No es verdad. No hay nada de nada», explicaban hace unos días desde una firma conocida en la Región y cuyo nombre ha sido utilizado por el entorno del notario.

Pese a todas estas incógnitas, Francisco Tornel, que se ha apoyado en gente como José Luis Morga, exvicepresidente del Real Murcia y que el pasado verano propició un encuentro entre el notario y Jesús Samper, o Francisco Moreno, exsecretario general de la Consejería de Agricultura y que le acompañaba el lunes 4 de enero a las oficinas de Nueva Condomina, sí ha sido escuchado tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad. Si Felipe Coello le recibía en verano, el 23 de diciembre era el presidente de la Región, Pedro Antonio Sánchez, el que habría las puertas de su despacho al notario, pese a que ese mismo día había alegado problemas de agenda para reunirse con familiares de Samper que querían explicarle de primera mano sus planes.