El UCAM Murcia ganó con solvencia su partido en casa ante el Fuenlabrada (99-75), dominando de principio a fin, ofreciendo una extraordinaria imagen en el plano defensivo e involucrando a prácticamente a todo el equipo en ataque (cuatro jugadores por encima de los 10 puntos). Un esfuerzo redondo en el que la concentración dio paso a una extraordinaria y bien enfocada intensidad que mostró la medida de las posibilidades de este equipo.

Protagonistas fueron todos, pero cabe destacar la gran labor atrás de Sadiel Rojas, que sin embargo tuvo el lunar de acabar expulsado al final del partido tras un incidente con Sobin, y los buenos números una vez más de Faverani, destinado a ser muy importante en una rotación interior murciana que para este partido llevó el peso de la anotación en contraposición a encuentros anteriores, dando una sensación generalizada de mayor equilibrio a todo el equipo. El Fuenlabrada se vio totalmente superado y sólo Popovic tiró de los suyos, eso sí, a lo grande (33 puntos con 14 de 14 en tiros libres).

El primer cuarto fue una demostración de redimiento ideal que debería de ofrecer el UCAM Murcia con más regularidad. Basándolo todo en una extraordinaria intensidad, que desembocó en una igual de potente defensa, el equipo de Katsikaris desarboló por completo al Fuenlabrada. Como protagonistas, Sadiel Rojas y José Ángel Antelo, que destacaron en la anotación y sobre todo en el dominio del rebote, especialmente el ofensivo.

Rojas además secó por completo a una de las principales vías de anotación del conjunto visitante, Ivan Paunic, que acabó el partido sin anotar ni un solo punto. De este modo, y con el equipo además anotando e involucrando a todo el quinteto en estas labores, el UCAM adquirió una importante ventaja (20-3) que podía significar quizá el cierre prematuro del partido de seguir con esta dinámica de enorme superioridad murciana.

Pero llegaron las rotaciones, y con ellas la salida de los causantes del parcial y la entrada de Marko Popovic, que se bastó para protagonizar con 8 puntos el 0-10 que encajó el equipo local y que devolvió al marcador a guarismos mucho más cotidianos (22-13), hasta acabar con el 25-15 al final del primer acto.

En el segundo cuarto el intercambio de canastas fue la tónica general. Con Popovic todavía guiando las huestes de Jota Cuspinera, el UCAM Murcia se centró en jugar inteligentemente por dentro, ya que el acierto en el tiro de tres puntos no protagonizaba por el momento el juego local.

A pesar de que el ritmo endiablado que impuso el equipo de Katsikaris en el primer cuarto se había relajado bastante, bajo la dirección de Cabezas y después de nuevo la de Campazzo (5 asistencias en 5 minutos durante este cuarto), el equipo mantuvo un tono de sobriedad, al igual que un Fuenlabrada mucho más asentado en el partido. Radovic (12 puntos), Lishchuk y Faverani, quien debutó en el Palacio, protagonizaron este giro hacia dentro del juego murciano hasta el descanso (48-35).

El tercer cuarto fue el que permitió al UCAM perfilar definitivamente su victoria, todo gracias a que el cinco en pista (casi el inicial) tocó los resortes necesarios para romper elequilibrio en la que se había instalado el partido desde el segundo cuarto.

Campazzo fue protagonista en esta fase del partido en prácticamente todos los frentes: se alió en ataque con Lima y Antelo para producir insistentemente y con Benite para realizar grandes acciones defensivas. Antelo, por cierto, se convirtió en máximo anotador del equipo en un abrir y cerrar de ojos con su gran labor de fuera a dentro (9 puntos para 18 totales al final el cuarto), que llevó al equipo hasta vetajas de más de 20 puntos, cerrando prácticamente el partido a falta de un cuarto (75-54).

El último acto quedó para el lucimiento. El Fuenlabrada no tenía ayer argumentos más allá de un Popovic que tiraba casi en solitario de su equipo (acabó con 33 puntos). El UCAM cerró el marcador con una ventaja considerable a pesar de la lógica relajación de saberse ganador y con la presencia en pista de jugadores menos habituales como Alberto Martín (99-75). La sexta victoria de la temporada llegó con brillo colectivo y mostrando el camino a seguir.