¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol sala?

En el colegio ya jugaba con mis compañeros, vi que me encantaba y que se me daba bien. Lo que pasó es que, en primer lugar, mi madre me apuntó a otros deportes, como gimnasia rítmica, tango y natación, pero yo le dije que quería jugar al fútbol. Como en ese momento estaba de moda el fútbol sala gracias a ElPozo, me apunté con unas amigas a jugar.

¿Cuándo empezó a competir?

Mis primeros pasos como federada fueron con el UCAM, que fue donde me crié hasta los 16 años. Después pasé por el Jimbee Roldán y ahora llevo dos años en el Atlético.

¿Cómo le llegó la oportunidad de irse al Atlético de Madrid, que es el campeón de todo?

Fue hace dos veranos, cuando terminé la carrera de Estadística Empresarial. Mi profesión tiene mucho futuro en grandes empresas y todas están en Madrid o en Barcelona. Irme era una opción y en ese momento me llamo el Atlético, sin yo planear nada. Les dije que me hacía mucha ilusión, aunque no quería irme solo para jugar al fútbol sala porque siempre he tenido claro que debo compaginar el trabajo y el deporte.

Además, en el fútbol sala femenino se maneja poco dinero, ¿no?

Sí, se maneja poco y por eso empecé a echar currículums por Internet. En el segundo que mandé, en Cepsa, me dijeron que estaban interesados en mí, y después de hacerme tres o cuatro entrevistas por Skype, me llamaron para contratarme. Entonces fue cuando di el sí al Atlético de Madrid.

¿No le daba miedo irse a la aventura?

Hombre, sí porque era dejar mi casa, vivir sola, algo que nunca había hecho, y residir en una ciudad como Madrid que no tiene nada que ver con Murcia.

¿De qué juega?

De cierre y de ala, aunque mi entrenador me está poniendo ahora mismo más arriba.

¿Y ahora que tiene un trabajo no se plantea el deporte como algo secundario?

Muchas veces me planteo que ojalá pudiera dedicarme exclusivamente al fútbol sala, porque el entusiasmo y la alegría con la que me entrego, no se lo pongo a nada más en la vida pese a que mi trabajo me encanta. Yo vivo por el deporte y por el fútbol sala.

¿Era del Atlético antes de fichar por el equipo?

Bueno, nunca había sido del Atlético, pero la filosofía que tiene me está enganchado y me gusta mucho.

¿Y de qué equipo era antes?

Cuando estaba en Murcia era del Real Madrid, pero ahora defiendo otro escudo.

¿Ha tenido la oportunidad de conocer futbolistas del club?

No, todavía no. Sí que estuve en una gala con Enrique Cerezo, el presidente, pero nada más. Al Vicente Calderón sí que he ido tres o cuatro veces a ver partidos.

¿Cómo se plantea el futuro?

Mis prioridades no han cambiado, vivo el día a día porque si me pongo a pensar en el futuro, me agobio un poco. Ahora mismo tengo un trabajo estable, juego a un deporte que me encanta y vivo temporada a temporada. Sé ahora dónde estoy y el año que viene ya se verá, pero tengo claro que quiero seguir disfrutando del fútbol sala hasta que pueda, e incluso si se me abre una puerta para ser entrenadora, también me gustaría.

¿Es muy mandona?

Me gusta hablar en la pista y organizar el equipo desde atrás.

¿Quién es su jugador preferido?

Kike Boned.

No se por qué todo el mundo me dice el mismo.

Es que para mí es un referente, dirigiendo el equipo y la actitud tanto dentro como fuera de la pista.

¿Iba a ver ElPozo de niña?

Sí, iba muchísimo porque, además, vivo al lado del Palacio de los Deportes. Yo empecé a ver a ElPozo con Paulo Roberto, después con Vinicius y Wilde, y recuerdo aquella final contra el Polaris con el Palacio lleno.

¿Es mucho sacrificio entrenar y trabajar?

Todos los días es un sacrificio y se puede compaginar, aunque no puedes tener ninguna ocupación más.

Vamos, que la vida social no existe para usted.

La única vida social que tengo es con las compañeras del equipo. Me levanto todos los días a las seis y media porque tardo casi dos horas en llegar al trabajo. A las seis de la tarde salgo, me voy a entrenar, y termino a las diez y medio u once de la noche, así todos los días. Los fines de semana tenemos los viajes, y cuando jugamos en casa, a veces ni tengo ganas de salir porque estoy reventada.

¿Se ha acostumbrado ya a ganar títulos?

Antes de llegar al Atlético, lo único que había ganado era un subcampeonato de la Copa de España con la UCAM, pero entonces era muy pequeña. La temporada pasada para mí fue espectacular, un sueño, porque muy poca gente puede decir que tiene un triplete o que ha ganado todos los títulos que ha disputado en un año, y eso me ha ocurrido a mí. No perdimos ni un solo partido, ni siquiera amistosos.

¿Usted debutó muy joven en Primera?

Sí, con 14 años, solo unos días después de cumplirlos, que es la edad mínima para poder jugar en la máxima categoría, aunque con 13 años ya estuve varios meses entrenando con el UCAM. Recuerdo que era el último partido de liga y que marqué un gol.

¿Y la selección española, aún es un objetivo?

No me lo puedo poner como meta u objetivo porque no depende de mí, ya que te tiene que llamar el seleccionador. Yo estoy trabajando al máximo, me cuido mucho y para mí sería un sueño ir a la selección. Es una espina que tengo clavada, pero espero algún día sacármela.

Por último, ¿tiene tiempo para dedicarle a las amigas cuando viene a Murcia?

Sí. Vengo de vacaciones, a disfrutar de la familia, a salir con las amigas de tapas y pasear por Murcia, que me encanta.