El Cartagena ha terminado la primera vuelta de la temporada con nota «de aprobado», pero lejos de los cuatro puestos de ascenso. El Cádiz, cuarto clasificado, tiene nueve puntos más que el equipo entrenado por Víctor Fernández, «con muchas esperanzas en la segunda vuelta» que comienza mañana, a partir de las cinco de la tarde, en el municipal de Linarejos contra el Linares Deportivo. Cuando finalice el entrenamiento de esta mañana se conocerá si los tocados Moisés, Juanlu, Rivero, Ceballos y Luque, que no han trabajado de manera continua durante la semana, viajan a tierras andaluzas para enfrentarse al cuadro jienense.

Este asunto, el de los cinco jugadores con molestias, preocupa al entrenador Víctor Fernández. Moisés García, con dolor en los isquiotibiales, es uno de los fijos en el centro de la defensa, al igual que un Juan Carlos Ceballos que anda resentido en un gemelo. En el centro del campo, el técnico albinegro confirmó ayer la baja «segura» de Quique Rivero por quinta semana consecutiva (no juega desde el 6 de diciembre). El cántabro ha enlazado unas molestias en el pubis con otras recientes en el tobillo. Su recambio habitual, Jorge Luque, también es duda para el partido de mañana en Linarejos. En Lepe, de hecho, el joven Pepe Palau ya salió de inicio con el renovado Sergio Jiménez en el doble pivote. Juanlu, autor de los últimos goles del Cartagena, cierra la lista de dudas con dolencias en el abductor.

«Están entre algodones, entrenan más o menos para ver si llegan y mañana [hoy] probarán de nuevo y tomaremos una decisión», explicó ayer Víctor Fernández al respecto. Al Cartagena no le importan ni los rivales ni los lugares por visitar: las jornadas pasan y cada vez es más necesario empezar a sumar de tres en tres. «Son tres puntos importantísimos porque queremos que en el próximo partido contra el Cádiz venga muchísima gente con ilusión». Los de Claudio Barragán marcan ahora la zona de ascenso con 36 puntos.

El preparador albinegro habló de las «buenas sensaciones» que le dejó el Cartagena en el encuentro de la semana pasada frente al San Roque de Lepe, pero se detuvo en «lo mucho que penalizaron las pocas cosas que hicimos mal». En concreto, Víctor Fernández matizó en un aspecto que se creía superado con la primera victoria de la temporada fuera de casa, en Villanueva de la Serena: el miedo a perder cuando vas ganando. «Hay momentos en los partidos en los que a lo mejor tienes que dar un pasito más para ganar y por no perder no lo das. Si la situación fuera mucho mejor un empate fuera de casa sería bueno. Si hubiéramos ganado al Melilla el empate [ante el San Roque] hubiera sido bueno».

Seguidamente, el emeritense se agarró a una estadística que habla bien del momento que atraviesa el Cartagena: ha perdido dos de los últimos 13 partidos que ha disputado. «Fueron contra los dos primeros [Real Murcia y UCAM] y en su campo. Se están haciendo cosas bien», dijo, y añadió: «Los malos resultados desgastan a todos. Los resultados no terminan de llegar y encima ves que se están haciendo las cosas bien para cambiar. Para mí ha sido muy difícil el principio, pero ahora veo al equipo cada día más seguro, cada vez es más difícil que nos ganen, aunque no se puntúa como quisiéramos».

Un jugador que marque diferencias

Durante varias semanas se ha hablado del mercado invernal y se han barajado varios nombres, como los de Arturo y Chus Hevia. «Paco [Belmonte] ya lo ha dicho varias veces: el tema depende también del administrador concursal. No podemos económicamente subir el presupuesto del equipo, y hasta que no veamos a un jugador que merezca la pena, que marque diferencias, que sea mejor que lo que tenemos, no podemos tomar una decisión», explicó el entrenador.

La responsabilidad, aclaró Víctor Fernández, recae en el dueño del Cartagena, Paco Belmonte. «Eso es trabajo de Paco, confío mucho en él porque trabaja muy bien, sabe mucho de fútbol y conoce la categoría. Yo me dedico a lo mío; tengo tanto trabajo dentro de mi vestuario que tampoco puedo ponerme a mirar lo que hay fuera». Por último, el técnico emeritense aseguró que la de mañana no es una prueba definitiva para optar al play-off: «Todos los partidos son exámenes. Últimamente nos está costando, pero hacemos muchas cosas para ganar. He vuelto a ver el partido de Lepe y me dan ganas hasta de llorar, con todas las ocasiones que tuvimos y las veces que llegamos al área con mucha ventaja».