El Murcia regaló a su afición una trabajada victoria con remontada incluida y con un efectivo menos durante toda la segunda mitad ante un filial rojiblanco que a pesar de ponerse por delante, no tuvo el acierto defensivo ni ofensivo necesario para poder derrotar al líder del Grupo IV de Segunda B. Un líder por cierto que, con la victoria de ayer, refuerza mucho más su posición de dominio teniendo en cuenta que tiene cuatro puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, una renta más que interesante que permite a los granas tener incluso cierto 'colchón' de tranquilidad.

El Granada estrenó el año jugando en Los Cármenes en el día de Reyes para disputar el partido que debió disputarse a finales de Diciembre, y que no se pudo jugar debido al fallecimiento del presidente del Murcia, Jesús Samper. Ante el líder de la categoría y tras conseguir el pasado domingo la primera victoria del 2016 en el Álvarez Claro de Melilla de forma clara y contundente, el filial se enfrentaba al Real Murcia, que visitaba la instalación zaidinera quince años y medio después del famoso 25J del año 2000, en donde el cuadro murciano dejaba al Granada en Segunda B tras un imponerse en Los Cármenes al conjunto por aquel entonces dirigido por Felipe Mesones con un tanto del exrojiblanco Aguilar. Mucho han cambiado las cosas desde entonces y ahora el cuadro grana busca de nuevo el ascenso a Segunda imperiosamente. Los rojiblancos por su parte buscaban no perder la estela de los cuatro primeros clasificados pese a la dificultad del contrincante que tenían ante sí y regalar a la afición granadina una victoria en la jornada de Reyes.

Los murcianos, en cambio, buscaban distanciarse aun más del segundo clasificado y de paso convertirse en el mejor campeón de invierno de los cuatro grupos que componen la categoría de bronce al finalizar la primera vuelta del campeonato. El Granada B fue mejor que su rival durante gran parte del encuentro y a pesar de adelantarse en el marcador y contar con un jugador más toda la segunda mitad volvió a ser presa de los despistes en la zona defensiva ante un Murcia que tiró de galones y pundonor para poder remontar un choque que al descanso parecía tener totalmente perdido.

Los primeros minutos fueron rojiblancos. Los pupilos de José Miguel Campos llevaban el ritmo del choque y trataron de jugar con verticalidad. Aunque la primera oportunidad importante correspondió al cuadro visitante que llegó en un serio error defensivo granadino que aprovechó Carlos Álvarez en la presión para plantarse ante Dimitrievski estorbado por Carmona y disparar sobre el arco rojiblanco en donde el meta macedonio consiguió sacar la bola en última instancia. Los murcianos trataban de salir con descaro gracias a la velocidad de Carlos Álvarez, sin embargo la presión y las llegadas correspondían al equipo rojiblanco, que disfrutaba de varias internadas por ambas laterales que no terminaban de sorprender a la zaga pimentonera.

Con el avance del crono, el Granada comenzó a perder mordiente en ataque y era el conjunto entrenado por José Manuel Aira el que se encontraba más cómodo sobre el césped a pesar de no contar con posesión del cuero. Chavero le daba polivalencia al centro del campo con acciones defensivas y ofensivas y pese a que no existían claras ocasiones de ataque, lo cierto es que los murcianos no pasaban apuros para mantener el empate. Desde la frontal apareció el primer disparo sobre la meta murcianista a cargo de Sulayman que envió el esférico junto a la cepa del palo zurdo del arco defendido por Fernando.

El partido comenzó a ganar velocidad y el Murcia ganaba metros con algo más de descaro. Los nazaríes también se quitaron los complejos y tras una acción de Corozo, el balón llegó a la posición de Brian para que el lateral zurdo mandara un potente zurdazo que hice trabajar a Fernando para repeler la bola. Carlos Álvarez, el jugador más incisivo de los visitantes, lo probó acto seguido con un disparo escorado desde la esquina del área grande que se marchó ligeramente por encima de la escuadra. Después de varios corners botados por el equipo rojiblanco, llegó el tanto que abrió el marcador para los granadinistas.

Sergio Martín botó la pelota desde el banderín zurdo y Morante aprovechó la mala salida de Fernando, que no pudo despejar la bola, para cabecear al fondo de las mallas. Las malas noticias no terminaron de llegar para los murcianos y de nuevo Morante sería el protagonista. Carlos Álvarez propinó una patada en una acción de ataque de los murcianos y el colegiado Escudero Marín lo interpretó como agresión mostrando la cartulina roja directa al delantero asturiano. Las cosas pintaban francamente bien para la escuadra granadina y a los visitantes les tocaba remar contracorriente y con un efectivo menos sobre el terreno de juego, perdiendo una pieza fundamental en la parcela atacante. Esta serie de despropósitos para el conjunto grana puso emoción a los minutos finales, ya que los jugadores de Aira se volcaron en ataque y esto casi lo aprovecha el filial para poner la puntilla a su rival antes del descanso.

Tirando de esfuerzo

El técnico murcianista tuvo que recomponer al equipo y metió a Azkorra como hombre más adelantado. En un balón largo, Nabil estuvo indeciso para meter la punta de la bota y la nueva táctica rojiblanca comenzaba a quedar reflejada. Balones largos para tratar de sorprender a un contrincante que con uno menos y por detrás en el marcador debía tomar muchos riesgos para evitar la derrota en el coliseo nazarí. El Murcia empujaba y la zaga local achicaba aguas como podía, pero cuando salía lo hacía con peligro y con grandes detalles de calidad. El encuentro estaba bonito y con alternativas. Los espacios dejados por el conjunto pimentonero los aprovechaban los jugadores más rápidos del Granada B para desequilibrar. Nico apuró la línea de fondo para servir un balón preciso que Denilson no acertó a rematar con acierto y el bola se marchó rasa junto al poste cuando un disparo cruzado hubiera sido mucho más mortífero. El Murcia se jugó el todo por el todo y Aira incorporó a hombres con llegada como Arturo e Isi.

El equipo murciano desarrolló esfuerzo para poder devolver a igualada al marcador pero las ocasiones más claras solo llegaban a balón parado. Germán antes de ser sustituido lanzó una falta centrada y varios metros por encima de la corona del área que obligó a sacar la manopla a Dimitrievski y más tarde era Nico el que hacía de las suyas con un disparo que buscaba la cruceta. La valentía y el enorme trabajo del cuadro entrenado por José Manuel Aira tuvo su recompensa en una gran internada de Isi que puso un centro sobre Azkorra que este peinó para prolongar sobre Chavero, que muy libre de marca fusiló a Dimitrievski para devolver el empate al partido.

El Murcia jugó toda la segunda mitad con un jugador menos, sin embargo esto no fue un inconveniente para que los pimentoneros demostraran su calidad y jugaran incluso con frescura, haciendo bueno el dicho futbolero de que muchas veces se juega mejor con diez que con once. Los minutos sucesivos depararon intensidad y ambición por parte de ambos contendientes. Pero las fuerzas ya comenzaban a escasear. El conjunto murcianista comenzó a dar por bueno el empate ante las mayores acometidas de su rival. Pero los murcianos aprovecharían un error defensivo de bulto de Morante y Sulayman sobre la medular, en donde Arturo estuvo muy atento para robar la cartera a los centrales rojiblancos y encarar la meta granadina, batiendo por bajo a un Dimitrievski que no pudo impedir en su salida que el ariete murciano hiciera el gol de la victoria.