­Cuando el jueves por la noche todo el mundo se preparaba para la llegada de 2016, el sonido del replicar de las campanas que anunciaba la entrada del Año Nuevo no fue el mismo, ni tuvo la misma intensidad, en distintos puntos de la Región de Murcia. De hecho, cuando falta una jornada para que se alcance el ecuador del torneo en Segunda B con la disputa de las primeras diecinueve jornadas, los cinco equipos murcianos que militan en el Grupo IV de Segunda B han dejado ya claras, en mayor o menor medida, cuáles son sus deseos y prioridades antes de reanudar la competición en apenas veinticuatro horas. Y es que la felicidad, efectivamente, va por barrios, ya que dependiendo de la exigencia de unas y otras entidades, y a tenor de los presupuestos y situaciones concretas de cada uno de los clubes, se pueden hacer mil interpretaciones.

Los que van a encarar 2016 con una sonrisa son tanto el Real Murcia como el UCAM. Ahora mismo los universitarios son los líderes de la competición, teniendo en cuenta que el Murcia tiene un partido menos después de que se aplazara el último choque del año ante el filial del Granada por el fallecimiento del presidente Jesús Samper. Y aquí precisamente es dónde radica ahora mismo la principal duda que existe sobre la principal entidad deportiva de la Región. ¿Cómo reaccionará el Real Murcia ante una noticia, el adiós de Samper, que traspasa de lo deportivo hasta lo extradeportivo? ¿Serán capaces los jugadores que dirige José Manuel Aira de olvidar algo tan importante como que pueden estar en peligro sus salarios tras la triste pérdida de su jefe?

Hasta mañana por la mañana que los pupilos de Aira reciban al Algeciras a las doce en Nueva Condomina nadie sabe, ni se ha atrevido, a aventurar nada. Sin embargo, olvidando por un momento la delicada situación institucional en la que ha quedado el Real Murcia, el conjunto grana lleva firmada una temporada en la que casi con toda seguridad seguiría ahora mismo defendiendo el liderato de no haberse visto obligado a aplazar el último choque de 2015 por la muerte de Samper.

Aunque tardaron cuatro jornadas en ganar, el equipo de José Manuel Aira llegó a la jornada 17 como líder después de haber dejado patente su superioridad, no solo en la regularidad, sino también ganando a rivales de entidad como al Cádiz en el Ramón de Carranza (0-1), al UCAM en La Condomina (1-2) y el prestigioso triunfo en el derbi ante el Cartagena (0-2) en un partido muy importante para todos los aficionados. En este sentido, el Murcia se ha desmarcado como el rival a batir y solo los universitarios amenazan su reinado.

Un reinado por cierto, el del UCAM, que no es ningún accidente, ya que, al igual que los granas, con unos dos millones de euros de presupuesto, cuentan con una plantilla muy equilibrada en la que posiblemente haya más experiencia que calidad, pero hablando siempre de un equipo que se metió en la segunda ronda del play off el curso pasado. José María Salmerón tenía la difícil papeleta de como mínimo igualar los números de Eloy Jiménez del curso pasado como jefe del banquillo del UCAM, pero el arriesgado cambio de técnico ha salido bien.

Los de azul y dorado también le han ganado al Cádiz y, por poner otro ejemplo, al Cartagena, y nadie del club ni del cuerpo técnico universitario se esconde para decir que también sueñan con el ascenso. El entrenador del Real Murcia, José Manuel Aira, definió muy bien al UCAM en la previa de ambos equipos que se llevaron los granas. «Es un rival muy inteligente porque es un equipo que entiende muy bien lo que tiene que hacer dependiendo de cómo transcurran los partidos». Su definición fue muy buena.

Si el UCAM tiene claro a lo que juega, no se puede decir lo mismo del FC Cartagena, un equipo del que se esperaba más antes de arrancar la temporada, pero conforme pasaron las jornadas y el equipo no respondía, las expectativas fueron decayendo hasta dar por bueno el octavo lugar que ocupan en estos momentos.

Los de Víctor Fernández estuvieron las cuatro primeras jornadas sin ganar, un lastre que han ido arrastrando e incluso engordando semana tras semana. Su primer triunfo a domicilio llegó en la jornada decimoquinta y aunque se entonaron con ocho encuentros consecutivos sin perder -cuatro de ellos ganados-, la realidad les ha devuelto de nuevo a la mediocridad de una clasificación que dicta a las claras que este FC Cartagena no sabe muy bien cuál es el estilo que pretende imprimir su entrenador.

Ha pasado de ser un equipo que se gusta jugando el balón, a un fútbol de patadón, evitando así que el esférico esté demasiado tiempo en su campo, por miedo a cometer errores que le cuesten partidos, tal y como sucedía en las primeras jornadas de la competición. Los dirigentes no saben a qué carta jugar. Si fichar en invierno para luchar por algo importante o dejarlo todo como está, entendiendo que el equipo no da para más.

La Hoya de Paco García parecía que iba a ser el equipo revelación del torneo, pero se desinfló rápido y los numerosos empates, ocho en total, le han impedido meterse en la zona privilegiada desde hace ya varias jornadas. La llegada como nuevo propietario de Gembao Xu, propietario de la prestigiosa escuela de fútbol, Gembao Football Academy, de Shangai, no ha tenido ningún efecto inmediato que se haya traducido ni en fichajes ni en cambios radicales, al menos de momento. Los lorquinos también sueñan con poder pelear el play off de ascenso, pero la irregularidad debe desaparecer de un día para otro, ya que de lo contrario será más difícil cada semana.

El Jumilla, con todo el respeto, es un poco el hermano pequeño de los equipos de la Región. Encima, por si fuera poco, cuando el técnico Jordi Fabregat parecía que empezar a hacer despertar al equipo, su destitución y la llegada del exinternacional Josico al banquillo no ha mejorado en nada a un equipo que eso sí, cerró el año con una importante victoria ante su público contra el Linense.