­El Cartagena regresó ayer por la mañana a los entrenamientos después de la semana de vacaciones correspondiente por Navidad. La sesión, que empezó a las diez y media en Nueva Cartagena, contó con la presencia de dos de los jugadores que el día 20 se habían marchado con lesionados: Quique Rivero y Gonzalo Verdú. El conjunto albinegro afrontó su primer día de puesta a punto de cara al encuentro de este domingo (12.00, Ciudad de Lepe) contra el San Roque. El partido será retransmitido por La7.

Tanto Quique Rivero como Gonzalo Verdú se entrenaron al mismo ritmo que el resto de sus compañeros. El cántabro arrastra unas molestias en el pubis que le han mantenido alejado de los terrenos de juego desde el pasado 22 de noviembre, cuando tuvo que ser sustituido en el partido que enfrentó al Cartagena contra el Marbella. El cartagenero, por su parte, ya ha puesto fin a su lesión en el quinto metatarsiano del pie derecho, una dolencia de la que tuvo que ser operado el 23 de septiembre, en el encuentro frente al Almería B y correspondiente a la jornada 5.

Los dos futbolistas llevaron un ritmo similar al del grupo, por lo que Rivero podría recuperar su sitio en el once, en el doble pivote con Sergio Jiménez, en detrimento de Jorge Luque. Verdú, que ha estado más tiempo de baja, regresaría a una convocatoria más de tres meses después. Lo normal es que el entrenador, Víctor Fernández, siga apostando por la pareja de centrales formada por Moisés García y Ayoze Placeres. Con ella el Cartagena ha ganado en seguridad defensiva, ha concedido menos goles y logrado mantener la portería a cero en hasta cinco ocasiones.