Quique Rivero es uno de los futbolistas del Cartagena que regresó el lunes a los entrenamientos con molestias. No compite al 100% de sus posibilidades desde hace más de un mes, primero por un dolor en el pubis que ya dejó atrás, y ahora por unos problemas en el tobillo. El centrocampista cántabro ha entrenado al mismo ritmo que el resto de sus compañeros, «con bastante cuidado», eso sí, pero confía en evolucionar a lo largo de la semana y jugar este domingo en Lepe. «Voy a hacer todo lo posible para llegar», dijo ayer.

El cerebro del Cartagena anda entre algodones desde que el 22 de noviembre, en el partido contra el Marbella, tuvo que pedir el cambio por unas molestias en el pubis. Acumulaba nueve partidos consecutivos al completo y su cuerpo dijo 'basta'. Fue baja en el siguiente choque, el de Villanueva de la Serena, por precaución, y a la semana siguiente, en el duelo regional contra La Hoya Lorca, reapareció durante la última media hora. Su puesto en el centro del campo lo ha cubierto desde entonces Sergio Jiménez, Jorge Luque y Juanlu Hens.

«Lo del pubis ya mejoró, y lo que me impidió jugar las dos últimas jornadas [Real Murcia y Melilla] fue el tobillo», aseguró. El de Cabezón de la Sal estaba ya en plenas condiciones para afrontar el derbi en Nueva Condomina, pero el miércoles de esa semana se lesionó el tobillo y se quedó en Cartagena. Contra el Melilla, antes de las vacaciones, tampoco entró en la convocatoria.

En la vuelta de vacaciones por Navidad sí se ejercitó en Nueva Cartagena al mismo ritmo que el resto de sus compañeros, al igual que Gonzalo Verdú. «Todavía no entreno al 100% porque no estoy al 100%», matizó, y añadió: «Entreno con bastante cuidado para no fastidiar lo que he mejorado». Sus sensaciones esta temporada «están siendo buenas» y no quiere precipitar su reaparición.

A Quique Rivero le costó entrar en el once de Víctor Fernández. Fue uno de los últimos refuerzos de verano y al principio el entrenador albinegro alineaba a Sergio Jiménez y a Jorge Luque en el doble pivote. En el encuentro frente al Almería B, a finales de septiembre, cambió su tendencia y hasta su lesión ha sido titular. Acumula un total de 1.043 minutos y dos goles.

El primero de ellos se lo marcó al Jumilla. Aquel día, Rivero fue el protagonista del partido: lideró al Cartagena, adelantó al equipo en el marcador y estrelló dos balones más en el poste. «Mi primera parte sí fue la mejor desde que estoy aquí», confesó al término de ese duelo regional. Sonrió, disfrutó y, como consecuencia, ganó en confianza. De hecho, una semana después también se animó al ataque y de nuevo vio portería ante el UCAM Murcia.

Rivero ha jugado 83 minutos en los últimos 38 días. El cerebro del Cartagena, aún entre algodones, ya evoluciona de sus molestias en el tobillo y espera llegar al partido de este domingo en Lepe, ante el San Roque. El conjunto albinegro afronta este mes de enero tres salidas fuera del Cartagonova -San Roque, Linares y Linense- y dos citas más en casa, ante Cádiz y Sevilla Atlético, para tratar de recortar distancias con los equipos que ocupan los puestos de ascenso. La distancia es de siete puntos, nada insalvable a estas alturas.