­Poco a poco se van despejando las primeras incógnitas sobre el futuro más inmediato del Real Murcia. Desde el club se trabaja con el objetivo de dar los primeros pasos hacia una nueva etapa que puede cambiar radicalmente la configuración de la parcela institucional.

El fallecimiento de Jesús Samper ha precipitado los movimientos dentro de la entidad, que en las próximas semanas podría contar con un nuevo consejo de administración provisional en el que se sumen diferentes fuerzas de toda la Región. Dentro de esos movimientos, uno de ellos será la salida de la familia Samper de la directiva, ya que su intención es desligarse del club aunque en ningún caso lo harán renunciando a todas sus obligaciones. Esta idea ya la planificó el propio Jesús Samper a principios de temporada cuando diseñó la ampliación de capital de cinco millones de euros, en la que él mismo anunció que no iba a adquirir nuevas acciones, con el fin de facilitar la entrada de un nuevo dueño.

El abogado madrileño, además, ya dio por hecho hace más de un año que renunciaba a la deuda que la entidad tenía contraída con su persona (unos 10 millones de euros), una idea que la familia -encabezada ahora por su hermano Juan Antonio- quiere mantener, dando todas las facilidades posibles para el traspaso de las acciones aunque es un proceso complejo por los trámites legales que conlleva.

La prioridad en estos momentos por parte de la gente que trabaja dentro del club, especialmente del vicepresidente Guillermo Martínez Abarca y del gerente, Víctor Alonso, es reunir los fondos necesarios para acometer los gastos diarios que genera la entidad. De aquí a final de temporada se necesita poco más de un millón de euros y en esa línea se está trabajando. El obstáculo más inmediato es pagar las nóminas tanto de los jugadores, como del cuerpo técnico y resto de empleados -algo que con Jesús Samper se mantenía siempre- para que el día a día no se vea alterado y no genere consecuencias negativas en el rendimiento deportivo del equipo, que mantiene intactas sus opciones de ascenso a Segunda.

En ese aspecto, el objetivo es encontrar las personas indicadas que puedan ayudar en esta labor, y no solo en el aspecto económico. Una vez que se vayan sumando diferentes «fuerzas» se pasará a formar un nuevo consejo de administración que podría estar presidido por un murciano. La figura de José Antonio Cobacho, exrector de la Universidad de Murcia, podría tener una influencia clave en este proceso por sus numerosos contactos dentro de la Región e incluso no se descarta que sea el nuevo presidente de la institución.

La idea en esta etapa de transición es no excluir a nadie y todo aquel que llegue con intención de ayudar tendrá cabida en el nuevo consejo, como la plataforma del notario Francisco Tornel, Arca Grana, así como diferentes empresarios de la Región.

De momento, no hay fechas marcadas ni días fijados para darle oficialidad a esta situación. Se trabaja paso a paso y desde el club se insiste en que será un proceso lento, que podría alargarse varias semanas.

El ayuntamiento de Murcia, mientras tanto, mantiene «un papel secundario» en todo este asunto, según declaró ayer el concejal de Deportes, Felipe Coello, a Onda Regional. «Nuestro papel es secundario, evidentemente estamos preocupados por que el equipo siga en la línea deportiva en la que se encuentra y pueda mantenerse en la pelea por el ascenso de categoría», indicó el tinerfeño, quien en cualquier caso indicó que desde el consistorio se ayudará con el objetivo de «aunar posiciones» y apoyar «desde un punto meramente organizativo».

Aun así, según manifestó Coello, «la intención del ayuntamiento es buscar personas que ayuden» al club y así se lo transmitió a Juan Antonio Samper en el encuentro que mantuvieron hace unos días. «Desde el Ayuntamiento vamos a hacer todo lo posible para encontrar las personas adecuadas que puedan echar una mano», añadió el edil.