¿Qué fue antes, el periodismo o el deporte?

El periodismo porque es la profesión que elegí y que me hace feliz. También me gusta otro tipo de periodismo, ya que cuando trabajé en Diario Sol también estuve en la sección de internacional durante la primera Guerra del Golfo, pero la mezcla perfecta para mí es periodismo y deporte.

¿No termina uno de hartarse de tanto deporte?

Llevo treinta y seis años en esta profesión, he pasado por diferentes etapas en radio, prensa, revistas, presentando programas en televisión, narrando baloncesto... Ahora, aparte de narrar partidos de fútbol, también pongo voz desde hace años al videojuego NBA 2K y escribo todos los meses en Gigantes, pero como es recordando mis años jóvenes, es un divertimento aparte. La variedad impide que me queme y mantengo la ilusión.

¿Echa de menos su etapa de freelance en los 80 con sus viajes a entrevistar jugadores de la NBA?

Esa fue la mejor etapa de mi vida. Sí la echo de menos, pero hoy sería imposible hacer lo mismo. Aunque el dinamismo y las ganas las sigo teniendo, era una etapa diferente y pienso que ahora no se podría desarrollar porque todo ha cambiado, la información es diferente y no tiene mucho sentido lo de freelance.

Pero usted fue el primer español que entrevistó a Michael Jordan, por ejemplo.

Sí, eso me decían todos los jugadores de aquella época. Lo entrevisté cuatro veces y siempre se portó conmigo de manera extraordinaria, como si fuera amigo mío de toda la vida. Cuanto más grandes y más famosos eran los jugadores que entrevistaba, como Magic Johnson o Julius Erving, más facilidades daban.

¿Y a quién no pudo entrevistar?

Al único al que no pude entrevistar fue a Moses Malone, pero no me quedó mal sabor de boca porque me explicaron que era porque no tenía cultura, ya que pasó del instituto a la universidad directamente y no se expresaba muy bien.

¿La primera vez que viajó a Estados Unidos fue para cubrir la llegada de Fernando Martín a la NBA?

No, fue para el campamento de los Nets. Y después estuve en su debut con los Trail Blazers de Portland. Lo sorprendente de todo es que los tres periodistas españoles que estuvimos allí [Sixto, Fernando Laura y Manolo Lama], éramos figuras públicas porque habían anunciado que íbamos y nos pedían autógrafos por la calle. La anécdota fue que antes de empezar el partido la gente estaba de pie aplaudiendo y no sabíamos por qué. Fernando salió del banquillo corriendo hacia nosotros y nos advirtió que por megafonía estaban pidiendo que saludáramos al público, y que hasta que no lo hiciéramos, no empezaba el partido. Nosotros, que íbamos buscando la noticia, éramos noticia.

¿Qué tuvo que ver usted en la llegada de Randy Owens a Murcia?

Sí que tuve algo que ver. Yo estaba ya en Madrid y conocía a Miguel Ángel Paniagua, que era el agente que dominaba el cotarro. La gente que estaba relacionada con el Júver, como Gregorio Serna y Pedro Ruiz Morales, me llamó para que les pusiera en contacto con algún agente para fichar un americano dispuesto a jugar en Tercera. Paniagua me dijo que podríamos encontrar alguno y se hizo alguna trampilla, como matricularlo en la Escuela Oficial de Idiomas para que pudiera jugar. Después me hizo muy feliz que Owens se hiciera muy amigo de mi hermano, que era ayudante del equipo, y que fuera a casa de mi madre a comer paella.

Pues fue un gran grano de arena el que puso.

Es que cuando yo me fui a Madrid con 18 años lo máximo que teníamos era el Basket Murcia Cantalar. No tengo ninguna duda de que el baloncesto de élite en Murcia no existiría sin Randy Owens. Como murciano me gustaría que le pusieran su nombre al Palacio, como también me encantaría que le pusieran ´Capitán Acciari´ a Nueva Condomina, ya que ha sido gente que ha venido aquí y lo ha dado todo por esta tierra.

¿Y por qué cambió del baloncesto al fútbol?

Durante varios años narré fútbol y baloncesto, y cuando fiché por Canal Plus hace 20 años, solo hice baloncesto con Epi, el compañero ideal. Después, desde 2005, que hice la Final Four de Moscú que perdió el Tau, solo he hecho fútbol y, sobre todo, la Premier League.

¿Es mejor la Premier League que la Liga?

Para narrar sí que es la mejor por el dinamismo del juego, el ambiente que se vive en los estadios, por la organización y porque es muy fácil preparar los partidos, ya que la prensa inglesa analiza muy bien a los equipos, aunque por calidad, el fútbol español es mejor.

¿También pone apodos a los jugadores ingleses?

No tanto como a los españoles, pero alguno he puesto. A Gareth Bale, cuando estaba en el Tottenham, le puse El expreso de Cardiff y me honra escuchar que alguna vez se refieren a él así. Se lo puse cuando jugaba de lateral izquierdo. También le decía Caimán a Luis Suárez por su apetito goleador, pero una vez que pasó lo del mordisco del Mundial, dejé de utilizarlo para que no se entendiera mal.

¿Y qué es lo que queda por hacer en el periodismo?

Nunca he ambicionado ser jefe ni nada de eso, porque lo único que he buscado es ser feliz y lo he conseguido. Ahora solo ambiciono venirme a Murcia a vivir, disfrutar del sol y ver todos los partidos del Real Murcia.

¿Ha tenido que renunciar a muchas cosas?

Fundamentalmente a mi hermano Sebas, a mi madre y a mis abuelos maternos. Esa es la renuncia, el resto no me ha importado, como no tener nunca un fin de semana y trabajar en festivos. Nunca me ha importado vivir al revés que el resto de la humanidad.

Por último, ¿recuerda qué fue lo primero que hizo en periodismo?

Una entrevista para el Diario Línea al entrenador del Getafe, que esa semana se enfrentaba al Real Murcia. Aún la guardo en casa de mi madre.