El FC Cartagena cierra el año con un empate, el que conseguía en la mañana de ayer en su campo ante la UD Melilla por un gol. El equipo cartagenero finaliza 2015 a siete puntos del cuarto clasificado, los mismos que le distancian del puesto de promoción por la permanencia. Visto así, podría decirse que está en tierra de nadie, pero en una cómoda posición para no preocuparse por pelearse con los de abajo por el descenso. Si se es más ambicioso, si se piensa como aquellos aficionados que pagaron su carné pensando que este FC Cartagena ofrecería más a la grada, el resultado es decepcionante, porque a una jornada de que acabe la primera vuelta, la sensación que da es que no llega a estar en ese grupo de clubes que van a luchar por ascender de categoría, lo que supone considerar esta temporada como baldía cuando tan sólo ha transcurrido la mitad de ella.

Hace unos participé en una tertulia radiofónica en la que se decía que la racha triunfal que había conquistado el equipo -ocho jornadas sin perder y tres triunfos consecutivos- estaba impidiendo analizar el fútbol que pone en práctica este equipo y que no es ni mucho menos el que esos resultados decían. El equipo ofreció ayer una versión imprecisa, dudosa y poco equilibrada de lo que realmente quiere enseñar a su afición.

Víctor Fernández supo rectificar tras un derbi en el que el FC Cartagena careció de toda ambición para sumar un triunfo y se encontró con una derrota. Ayer, en el Cartagonova, se pudo ver a un bloque con un método diferente, un sistema (4-1-4-1) mucho más ofensivo, con intención de ir a por el triunfo, con una alineación valiente y plagada de jugadores con calidad y gol. La ausencia de Rivero la suplía Luque y Víctor metía a Menudo, Cristo, Juanlu y Sergio García justo por detrás de Laens, es decir, toda su artillería pesada.

Pero, por contra, sumaron un punto y gracias, porque el Melilla tuvo ocasiones claras para haberse llevado en el instante último el gol que le diera los tres puntos.

Lo que le pasó al bloque capitaneado por Víctor es que jugó un fútbol demasiado estático, lo que facilitó siempre el repliegue del oponente y la desconexión de los atacantes cartageneristas.

Sin rapidez en las acciones, triangulaciones explosivas y desmarques vertiginosos tienes que confiarlo todo a la calidad individual de uno u otro para que resuelva la papeleta. El FC Cartagena, a pesar de tener en sus filas futbolistas que son buenos técnicamente, no son jugadores de Primera división, por lo que no tiene a nadie que pueda decantar un encuentro si no es a balón parado.

No se puede tener queja de que lo que el preparador intentó fue siempre llevar la iniciativa, robar rápido y atacar con un equipo muy abierto, pero este método no le funcionó, primero porque el Melilla se adelantó en el marcador al aprovechar los riesgos defensivos de los locales y segundo porque a pesar de empatar, el conjunto albinegro no finalizaba casi ninguna acción cuando llegaba a las inmediaciones del meta Dani Barrio. Las acciones se volatilizaban cuando había que culminarlas, por falta de vista, talento o tacto.

Lo que sí que sorprendió a todos fue la actitud de un Melilla que llegaba en puesto de descenso, donde aún sigue, pero que tuvo tres ocasiones claras para haberse adelantado en los primeros diecisiete minutos de encuentro.

Los norteamericano mostraron a un equipo que no había llegado al Cartagonova a verlas venir. En el minuto 5 Chupe recibe un balón por su banda y encara solo al meta Limones, pero su chut sale demasiado centrado y el cancerbero albinegro despeja a córner en una clarísima ocasión para el carrilero del conjunto melillense. Cuatro minutos más tarde es Diego Cascón quien remata con la cabeza un buen centro desde la izquierda y su testarazo sale fuera por muy poco. Cuando llegó el minuto 17 Chupe de nuevo, esta vez en banda contraria, manda al área un centro-chut envenenado, hasta el punto de que Limones tiene que evitar con la punta de su guante que se colara en el poste contrario.

Laens, muy desdibujado ayer, lo intentó con una acrobática chilena en el minuto 18 que Barrio tuvo que sacar con muchos apuros a córner.

El tanto del Melilla llegaba en el minuto 20 con un robo de balón en campo del Cartagena que Pepe aprovechó para dar a Cascón y éste, solo, enviaba el balón a la red.

El FC Cartagena intensificó entonces su presión y se hizo dominador del cuero hasta el final del primer tiempo. Lo intentaba por uno y otro lado, aunque Juanlu andaba algo desconectado y Menudo no tenía su mañana. Sergio García, por contra, aprovechó bien su velocidad para entrar como un cohete en varias ocasiones por su banda derecha. El tanto llegó en una acción por ese costado, con un balón que Ceballos cedía a Cristo para que este cruzara lejos de Dani Barrio.

En la segunda parte el Melilla inquietó y lograba romper esa línea de medio campo albinegra. Los locales no finalizaban sus acciones y apunto estuvieron de verse con el 1-2 si Plata no hubiera errado una ocasión clara en el 83'.

El reparto de puntos no agrada a nadie, menos a un equipo que aspiraba hace dos semanas a meterse en zona de ascenso y que la competición lo ha devuelto a su dura realidad.