Los golfistas más pequeños de la Escuela Municipal Alfonso Legaz de Torre Pacheco llegaron el pasado sábado al campo con muchas ganas de llevarse el primer premio del torneo que se iba a disputar, pero con más ganas aún de divertirse, ya que cualquier excusa es buena para colocarse un disfraz y pasar una jornada con amigos al aire libre, lejos de la televisión o de la consola.

Hubo tres categorías de juego; los pequeños principiantes jugaron un hoyo, donde el campeón fue José Vázquez de la Fuente, la subcampeona Lara Momprevic y la tercera clasificada Paula Castillo; los alumnos más avanzados disputaron tres hoyos, resultando ganadora Sofía Jiménez Martínez y subcampeón Javier Hellín Montesinos; y los más expertos jugaron seis hoyos, siendo el campeón Alfonso Martínez Muñoz y el subcampeón, Juan Manuel Ramírez.

La escuela va a retomar a partir de febrero de 2016 las visitas de los colegios del término municipal al campo de golf, jornadas en la que los niños prueban, tiran unas bolas, les enseñan las instalaciones y le dan información. De estas visitas salen la mayoría de los alumnos de Torre Pacheco.

Estos chicos son el futuro del golf murciano, aprenden a jugar al golf divirtiéndose, pero saben lo que es la competitividad y el compañerismo, valores indispensables para disfrutar de cualquier deporte, y el torneo de Navidad para ellos es el más esperado del año.

Una técnica no tan nueva

Al mando de la Escuela de Golf de Torre Pacheco está el profesional Rafael Baeza, que aplica un método de enseñanza diferente llamado Stack and Tilt. Solo dos campos más en la Región lo utilizan en sus escuelas, Roda y Mar Menor. Está basado en el movimiento 3D del swing de golf, que intenta buscar un determinado patrón para pegar a la bola de forma más eficiente y repetitiva posible. Este sistema se inspira en el libro The Golfing Machine, escrito en 1969 por Homer Kelly, que se dedicó a estudiar durante décadas el swing de los jugadores más importantes y la posición del cuerpo. En su libro plantea el swing de golf desde un punto de vista técnico, científico y biomecánico, algo que provocó una verdadera revolución en el mundo del golf.

Stack significa permanecer recto, y Tilt, inclinar. La premisa es que si puedes poner recta la columna e inclinarte hacia un lado, puedes hacer el movimiento adecuado de la columna para pegar con mayor eficacia a la bola en el momento del impacto.

Rafael Baeza, cuando tuvo conocimiento de este método, lo aplicó a su juego, entendió muchos matices del swing y descubrió que algunos conceptos eran diferentes de como él los había aprendido. Por ejemplo, el peso del cuerpo a la hora de hacer el swing, ahora potencia el peso sobre la pierna izquierda durante todo el movimiento, en lugar de comenzar con el peso en la diestra. «Los mejores jugadores del mundo repiten las mismas cosas en el momento del impacto de la bola. Este método estudia el swing y lo copia. La base es común, pero luego hay matices que diferencia unos jugadores de otros. No es nada nuevo, ya que en los años sesenta lo utilizaban pero no contaban con aparatos de vanguardia como hoy en día para el estudio en 3D de la posición del cuerpo y del movimiento del palo y la bola», aclaró Baeza. Ha recibido cuatro cursos para poder impartir este método y sabe que a algunos compañeros suyos pude resultar extraña esta manera de enseñar, pero está convencido del camino que ha elegido, ya que observa que los alumnos neófitos le dan más fácilmente a la bola, y los más veteranos mejoran mucho su juego.

Como Rafa nos confesó, «lo importante es siempre estar al día porque surgen cosas nuevas. He realizado también cursos del TPI (Titleist Performance Institute), un centro de investigación donde se combina lo último en tecnología, técnica, instrucción y preparación física para alcanzar el máximo rendimiento físico-atlético de todos los golfistas, y saber, según la fisonomía del jugador, si puede llegar o no a determinadas posiciones». Torre Pacheco en un campo pequeño con una gran escuela.