José María Salmerón, entrenador del UCAM Murcia, también tiene un problema esta semana, pero muy diferente al que se encontró en el choque contra el Linares. Si para visitar al conjunto jiennense tuvo que echar mano de muchos jugadores que no eran habituales en la alineación titular, esta semana, para recibir al Cádiz mañana en La Condomina (19.00 horas, Popular Televisión) en el que será el último partido del año en casa, tendrá que descartar a varios puesto que tiene a toda su artillería al completo.

El técnico almeriense podrá contar esta semana con Nono y Góngora, que ya han cumplido un partido de sanción, mientras que también tendrá a su disposición a dos futbolistas, Dani e Iván Pérez, que en el anterior partido fueron dudas hasta el último momento por problemas físicos. Ambos han entrenado con normalidad y podrán ser de la partida frente a un Cádiz que llega a Murcia con la intención de arrebatar la segunda plaza a los universitarios, ya que solo dos puntos separan a ambos antes de la última jornada del año en el grupo IV de Segunda División B.

Los cadistas que entrena Claudio Barragán se han mostrado hasta el momento como un conjunto irregular fuera de casa, lo mismo que le ocurre al UCAM en su estadio, donde ha cedido en sus dos últimos compromisos una derrota y un empate.

El Cádiz no conoce la derrota lejos del Ramón de Carranza, pero su balance, pese a ello, es pobre, con solos dos victorias y seis empates. Con 7 goles a favor y 5 en contra a domicilio, es el equipo con peor balance a domicilio de los que pueblan los primeros puestos de la clasificación. Asimismo, hasta la fecha no ha logrado encadenar dos triunfos consecutivos -la pasada semana goleó al Jumilla (5-0)- pese a tener la mejor defensa de la categoría, con solo 9 goles encajados.

Los universitarios quieren sacarse en este encuentro la espina que tienen clavada desde el pasado curso, cuando el Cádiz les arrebató la posibilidad de acabar campeones del grupo IV.