Jesús Samper dará hoy un paso más en su intención de salir del Real Murcia. Después de demostrar que no existen compradores válidos para hacerse con la mayoría de las acciones de la entidad, como se ha visto en los últimos meses con Antonio Perea y la inexistencia del grupo asiático que decía representar o como ocurrió en el mes de julio con el notario Antonio Tornel, quien puso sobre la mesa una oferta de alquiler por un año que perdía seriedad en el momento en el que se conocían las numerosas condiciones que el murciano ponía para asumir todo el control transcurrido ese tiempo, el presidente del club murcianista ha decidido poner en marcha una nueva estrategia que de llegar a buen puerto no solo provocaría su salida del consejo de administración sino que además significaría la entrada de dinero fresco que ayudaría a desbloquear uno de los problemas más importantes que ahora mismo tiene el Real Murcia, el de la deuda con la Agencia Tributaria.

Esa nueva táctica del madrileño no es otra que la ampliación de capital por valor de cinco millones ciento tres mil euros que se anunció el pasado mes de noviembre y que será aprobada esta mañana en la junta de accionistas que tendrá lugar en Nueva Condomina y en la que el propio Jesús Samper no estará presente al encontrarse desde hace dos semanas hospitalizado por un problema médico. Así, serán sus consejeros los encargados de liderar la cita y de sacar adelante los puntos del Orden del Día, entre los que destaca el quinto, en el que se habla de la mencionada propuesta de aumento del capital con el lanzamiento de cincuenta mil nuevos títulos al precio de 102,06 euros cada uno.

Una iniciativa que abre la puerta a un cambio en el accionariado del club y, por tanto, a la entrada de un nuevo consejo de administración en el que no esté el actual propietario. Y es que el presidente del Real Murcia no participará en ningún caso en la ampliación, tal y como aparece en la información que desde la entidad centenaria han trasladado a aquellos accionistas que lo han solicitado en los días previos a la junta. En esa documentación tampoco se habla de que el madrileño tenga la intención de convertir la deuda que el club tiene con sus empresas en acciones, lo que contradice así una de las teorías lanzadas por Pablo Baeza, líder de la Asociación de Accionistas Minoritarios, que, segundos después de que la institución murciana colgase en su página web la convocatoria de la junta, intervenía en el programa Onda Deportiva de Onda Cero para analizar una propuesta de la que no tenía ningún conocimiento y de la que llegó a decir que el único objetivo de Samper era conseguir un mayor poder accionarial cambiando deuda por nuevos títulos.

Ahora, unas semanas después, tanto esta asociación como otros pequeños accionistas ya tienen en su poder un dossier en el que se les informa que el actual propietario del Real Murcia no adquirirá ni una sola acción de las cincuenta mil que se podrán a la venta a partir de 2016. Así, todas ellas estarán destinadas a pequeños accionistas, abonados, aficionados en general y, sobre todo, a empresarios o integrantes de la sociedad murciana que quieran entrar en el accionariado del club grana y sacar del sillón de mando al propio Jesús Samper. Y es que de completarse los 5,1 millones de euros -actualmente el capital social es de 2,9 millones de euros- se produciría un cambio de propietario, porque el actual presidente pasaría de tener el control total -él y su grupo poseen casi un 90% de las acciones- a quedarse en un segundo plano con una representación de apenas un 30%.

Otro de los datos a tener en cuenta y que aparece en el punto sexto del Orden del Día es que la ampliación de capital se llevará a cabo aunque no se alcance la cantidad fijada inicialmente y que asciende a 5.103.000 euros. Es decir, que en ningún caso se deberá completar para que salga adelante.

La fórmula diseñada por el madrileño y por su gente de confianza tiene además otras dos ventajas.

Por un lado servirá para que aquellos que dicen estar interesados en asumir el control del Real Murcia tengan que demostrar desde el primer momento si realmente tienen la capacidad económica para hacerlo, ya que con esta estrategia no será necesaria una negociación sino que simplemente habrá que acudir al club y desembolsar la cantidad correspondiente a las acciones que se quieran adquirir.

Por otro, de llegar a buen puerto la ampliación, todo el capital recaudado se quedará en las arcas de Nueva Condomina y en ningún caso iría a parar al bolsillo de Jesús Samper, tal y como se ha insinuado en algunos sectores. Mismas personas que han insistido una y otra vez que el madrileño no vendía el club porque quería recibir dinero a cambio, algo que por ejemplo se dijo cuando se habló del interés de Antonio Perea por convertirse en dueño del Real Murcia, olvidando que fue el archenero el que propuso desde un primer momento pagar una determinada cantidad para quedarse con las acciones de Gestora Deportiva Murciana SL. De hecho, en su última propuesta ofrecía 1,2 millones, aunque varios días después daba la espantada demostrando que su palabra no tiene ningún valor y confirmando la inexistencia de un grupo empresarial de Singapur.