Después de haberse disputado diecisiete jornadas del campeonato liguero en el Grupo IV de Segunda B, la figura del entrenador del Real Murcia ha sido la que más beneficiada ha salido, puesto que José Manuel Aira, a punto de alcanzar el ecuador del torneo, ha elevado considerablemente su caché después de aprobar una de las asignaturas pendientes de la pasada campaña, la de ganar ante los rivales más importantes. Si el curso anterior fue imposible dedicarle a la afición una victoria ni ante el Real Oviedo en la competición liguera ni contra el Hércules en el play off, la realidad es que el máximo responsable del banquillo murcianista no ha necesitado ni terminar la primera vuelta para dar un golpe de autoridad con las victorias de prestigio conseguidas por sus jugadores en casa del Cádiz, en la vieja Condomina ante un UCAM que recibía a los granas como líder y la última ante el eterno rival, el Cartagena, en el derbi del pasado domingo.

A pesar de que el arranque liguero del Murcia generó una preocupación exagerada después de no saborear la primera victoria hasta la cuarta jornada, todo lo demás ha sido firmar una trayectoria casi inmaculada de doce triunfos, dos empates y una derrota en las últimas catorce jornadas, números que han llevado a los granas hasta el primer puesto de la clasificación por méritos propios, ya que en el camino había pruebas realmente duras para los jugadores que prepara José Manuel Aira.

Aunque todos los rivales del Grupo IV pueden poner en apuros a cualquier rival, el primer 'pelotazo' del Murcia esta temporada fue llevarse los tres puntos en la octava jornada del Ramón de Carranza. El Cádiz estaba invicto y ante su afición no había encajado ningún revés hasta que Aira y los suyos se llevaron los tres puntos a la capital del Segura en lo que también fue el primer aviso en serio de que el nuevo Murcia confeccionado por Aira no va de broma. La victoria ante los gaditanos, de mucho prestigio porque se trata de una plantilla que tiene un coste superior a la murciana, también sirvió para que todos los jugadores del Murcia empezaran a creer un poco más en sus posibilidades, algo que se ha traducido en una racha de buenos resultados que tiene encantados al cuerpo técnico, los jugadores y por supuesto a los aficionados.

Tras el sabroso triunfo de Cádiz, el equipo de Aira sufrió un revés inesperado en forma de derrota dos jornadas después, en la décima, en casa del Sevilla Atlético, última vez por cierto que los granas se han ido de vacío de un partido esta temporada.

Tras reaccionar y volver a la senda del triunfo, en algunos partidos con más dificultades de las esperadas, el Murcia tenía un examen de envergadura en el duelo regional de hace cuatro jornadas ante un UCAM que recibía a los granas en La Condomina como líder intratable. Y es que la victoria frente al conjunto universitario, que la anterior campaña llegó a la segunda ronda de la fase de ascenso a Segunda, sí fue una verdadera declaración de intenciones para un Real Murcia que agarró fuertemente ese día el liderato y que, por ahora, no parece dispuesto a soltarlo.

Y si Cádiz y UCAM parecían poca cosa para algunos, los más escépticos también esperaban el derbi ante el eterno rival, el Cartagena, para seguir poniendo a prueba el potencial de la plantilla confeccionada por José Manuel Aira. Aunque los albinegros llegaban a la cita en una buena racha de resultados, la histórica rivalidad entre ambos clubes presagiaba una cita de esas que también quedan grabadas a fuego en la retina de los aficionados. Y el domingo en Nueva Condomina nadie salió defraudado. Diez mil personas, con dos mil cartageneros en las gradas, vieron como el conjunto grana supo interpretar el conformismo del Cartagena para llevarse una importante victoria cuando los jugadores de Víctor Fernández ya firmaban como excelente el empate en casa del líder.

Ahora el Real Murcia ya es definitivamente el equipo a batir por los diecinueve rivales más que conforman el Grupo IV de Segunda B. Y gran parte de culpa de todo la tiene un José Manuel Aira que ha logrado confeccionar una plantilla equilibrada, comprometida y en la que nadie puede dormirse debido al buen rendimiento que están ofreciendo la mayoría de los jugadores. Incluso con lesiones de jugadores importantes como Azkorra, Sergi Guilló y Fran Moreno, Aira ha sido capaz de ir moviendo las piezas necesarias para seguir sumando victorias. Si la espina clavada de la última temporada fue la de no lograr la victoria ante los rivales de mayor envergadura, se podría decir en estos momentos que la espina está ya extraída de la piel y que la herida también ha cicatrizado a la perfección.

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