Cuatro años después, Nueva Condomina acogió el partido más especial que puede verse en la Región. El derbi por excelencia. Y pocos se lo quisieron perder. Incluidos los que visten de traje. Políticos, empresarios, representantes? Era la ocasión perfecta para que algunos regresaran al palco del estadio murciano, para que otros se estrenaran por primera vez e incluso para que otros dieran la nota. Hubo de todo.

Los alcaldes de Murcia y Cartagena encabezaron la lista de autoridades. Pero cada uno vivió el partido de forma diferente, a su manera. José Ballesta, más comedido y tranquilo. En su sitio. Disfrutando del partido. Relajado. A su lado estuvo Pepe López. Al alcalde de la ciudad trimilenaria, que en seis meses de mandato ha ocupado minutos de televisión (incluidos canales nacionales) y rellenado páginas de periódico más por sus salidas de tono que por sus iniciativas políticas, se le vio mucho más nervioso e inquieto. No terminaba de encontrarse del todo cómodo durante la primera parte entre tanta seriedad. Tanto, que al descanso decidió poner remedio a su situación y cambió de ubicación. Dejó la comodidad de la zona noble y buscó la fogosidad de la grada. Se marchó con los aficionados del Cartagena, situados en la Tribuna Lateral para disfrutar del derbi como un hincha más, sin ataduras. Y no solo eso. Se enfundó su camiseta albinegra y sostuvo una bandera de la provincía marítima. No le importó que el partido fuera declarado de alto riesgo y que tanto la directiva del Cartagena como los responsables de la federación de peñas pidieran a sus aficionados que evitaran llevar consigo bufandas, banderas o cualquier otro tipo de prenda en la que se reflejen mensajes ofensivos contra la afición murcianista.

Aprovechando su ausencia, su lugar en el palco lo ocupó Noelia Arroyo. La consejera de Cultura y Portavocía fue una de las que acudía por primera vez a Nueva Condomina. Llegó, eso sí, con 60 minutos de retraso. Alguien debió confundirla con la hora de inicio. En cualquier caso, le dio tiempo a ver los dos goles locales. Alonso Gómez López, director general de Deportes, hizo honor a su cargo asistiendo al duelo desde el primer minuto. En la primera fila, a falta de Jesús Samper, estuvo como principal representante del Murcia el vicepresidente Guillermo Martínez-Abarca. Junto a él estuvo Deseado Flores, presidente del Cartagena. Tampoco se perdieron el duelo los concejales de Deportes de ambas ciudades, Felipe Coello y Ricardo Segado. Los principales directivos del Cartagena, murcianos de nacimiento, prefirieron ubicarse unas butacas más atrás, alejados de las autoridades. Paco Belmonte, dueño del club, y Manolo Sánchez Breis, manager general, vivieron por primera vez el derbi regional como responsables de la entidad albinegra. Uno de los que regresó después de mucho tiempo al palco fue Pedro Alberto Cruz, exconsejero de Cultura y Turismo y murcianista declarado. Tomás Fuertes, presidente de ElPozo, también acudió.