La Plaza del Cardenal Belluga de Murcia abrió sus brazos a un grupo de valientes que no dudó en prestar su aliento a una buena causa. Todos ellos completaron los 60 kilómetros del denominado Camino por una Sonrisa, iniciativa de carácter solidario promovida por 'Mi Meta 42K' y la asociación de familiares de niños con cáncer de la Región de Murcia (Afacmur). El puerto de Cartagena fue el punto de partida para los participantes, que llegaron a Murcia por la ruta del Apóstol. Un reto que, sin duda, mereció la pena y que también consistía en cruzar la meta con Rubén, un niño que sufre una enfermedad rara.