Ayoze Placeres (Tenerife, 1991) vive en Cartagena su primera experiencia futbolística fuera de Canarias. En esta aventura lo acompaña Jesús Álvaro, amigo y compañero inseparable. El defensa, de 24 años, aterrizó como tercer central, pero con la lesión de Gonzalo Verdú en la quinta jornada de Liga ha encontrado un hueco en el centro de la zaga. A Placeres le gustaba ser mediocentro, pero desde bien pequeño desarrolló una corpulencia prematura, anormal para su edad, y aquello, según cuenta, le hizo retroceder su posición. Con él en el campo, el Cartagena ha encajado tres goles en los últimos siete partidos.

¿Cómo le va?

La verdad que bien, no me puedo quejar. Está saliendo un buen año, me gusta estar aquí, me gusta la ciudad y me gusta el equipo.

En principio llegaba como tercer central, pero la lesión de Verdú le ha hecho consolidarse.

Empecé sin jugar, y a raíz de la lesión de Gonzalo lo he jugado todo y creo que me han salido buenos partidos. Intento aprovechar la oportunidad al máximo, hasta el final, y seguir ayudando al equipo.

¿Qué cree que pasará cuando regrese Gonzalo Verdú?

Ahora el equipo está bien armado, ya se está viendo que los que entran desde el banquillo y lo hacen bien se quedan. Hay mucho nivel en el equipo, así que cuando vuelva Gonzalo regresará otra vez la competencia, el pique sano, y pelearemos todos por un puesto, que al final estamos para eso.

Víctor dijo hace unas semanas que Moisés y Ayoze habían dado un paso al frente. ¿Qué opina?

Pues sí. Moisés y yo nos hemos compenetrado bien y el equipo ha mejorado la manera de defender; hemos encajado poco y los dos estamos haciendo buenos partidos. Vamos todos a una, que es lo importante, mantener la portería a cero, y a partir de ahí amarrar los partidos. Eso es lo que hemos hecho: defienden los defensas y los delanteros.

¿Cómo lleva el golpe que sufrió en Villanueva?

Cada vez que hago un mal movimiento siento un pinchazo en la espalda. Eso me deja sin fuerzas y cada vez que noto el dolor tengo que pedir el cambio porque no puedo continuar. Me deja sin fuerzas. Son lesiones que aparecen por el frío o por una mala postura; el dolor me dura un día o dos con antiinflamatorios, pero el momento que da el dolor no puedo seguir. Ahora ya estoy muy bien y estoy entrenando normal, así que el domingo estaré al 100%.

El Cartagena ha conseguido dos victorias consecutivas por primera vez en la temporada. ¿Están en su mejor momento?

Yo creo que sí. Llevamos siete partidos sin perder y ahora estas dos victorias consecutivas [Marbella y Villanovense] nos dan regularidad y confianza. El equipo ha sabido complementarse bien, somos más equipo. Ahora lo estamos viendo. Si conseguimos ganar a La Hoya vamos a respirar muchísimo más tranquilos y vamos a estar dando guerra hasta el final.

¿El objetivo del Cartagena es ascender a Segunda?

El objetivo es mirar hacia arriba. Ascender es una palabra mayor, pero la intención del equipo es siempre estar arriba, estar peleando por meternos en play off. Ascender es una palabra muy grande, somos un equipo nuevo y es muy complicado. Vamos a luchar por estar entre los cuatro primeros y a partir de ahí ya se verá.

Hace unos meses estaba en Las Palmas Atlético, a pocos minutos de descender al Cartagena a Tercera, y aquí. Es curioso.

Es difícil de explicar, y más para Jesús [Álvaro], que metió el gol. A lo mejor es el destino y eso significa que va a pasar algo bonito. Cuando me dijeron de venir aquí ni me lo pensé por el club que es y la gran afición que tiene.

¿Y usted por qué es defensa y no delantero, por ejemplo?

Al principio, cuando era más pequeño y jugaba en alevines, mi posición era la de mediocentro y a veces también la de delantero. Pero conforme iba creciendo, quizá por el cuerpo, que me desarrollé mucho más que los demás, me hice grande, me hice fuerte y fui retrocediendo puestos hasta la defensa.

O sea, todo viene de una corpulencia prematura.

Sí. Cada vez que crecía mi posición se retrocedía más.

No obstante, a veces se anima y sube a rematar las jugadas a balón parado y ya lleva dos goles.

Siempre que puedo me gusta mucho sumarme al ataque, estar arriba. Cuando veo la oportunidad lo intento.

¿Qué debe tener un buen central?

La contundencia y estar bien colocado es la base principal. Creo que eso es lo que debe caracterizar a los defensas, y siempre ser seguro, muy seguro, porque eres el último hombre. Ser defensa es un puesto de mucha seguridad, de mucha concentración; cualquier error tuyo o del portero se penaliza. No es lo mismo que falle un delantero, porque al final no pasa nada. Cuando eres el último hombre tienes esa incertidumbre, esa tensión.

¿Entonces usted tiene contundencia y colocación o no?

Yo siempre me he caracterizado por la regularidad, porque estoy acostumbrado a jugar muchísimos partidos y recibir pocas tarjetas. Tengo un ritmo constante de regularidad, no juego ni bien ni mal, o sea, siempre rindo normal y cumplo. Siempre me han definido así: un jugador que no arriesga nunca, correcto y contundente por el cuerpo que tengo.

De hecho, en los 11 partidos que ha jugado solo ha visto dos amarillas. Es un defensa que hace pocas faltas.

No recibo muchas tarjetas, pero cuando toca hacer falta y te la enseñan no pasa nada, hay que seguir. Por nuestra forma de jugar, que tocamos mucho el balón, a lo mejor nos arriesgamos más a eso.

¿Quién es su referente?

Me gusta ver a los mejores en mi puesto. Con Sergio Ramos es con quien más me identifico, precisamente por su contundencia y por cómo se suma al ataque. Tiene una capacidad goleadora y una garra tremenda, y eso me gusta mucho.

¿Qué hace en su tiempo libre?

Por las tardes voy al gimnasio y juego a la consola con Jesús [Álvaro], mi compañero de piso.

Haga lo que haga, Álvaro siempre está a su lado.

Nos conocemos desde hace un montón de años y al final lo que haga él hago yo, o al revés. Siempre estamos juntos e intentamos pasar las tardes entretenidos, con el gimnasio y la consola.

Los canarios tienen fama de fiesteros, ¿no?

[Risas] Nada, nada. Es la etiqueta que nos ponen, pero para nada soy así. Estamos en un buen momento, y tanto por el equipo como por nosotros no es bueno para nadie distraerse del camino.

Es su primera experiencia futbolística fuera de Canarias. Imagino que añora su tierra.

He jugado toda mi vida en el Tenerife, y durante dos años sí salí de casa, casi al lado, a Las Palmas. Ahora es un salto más grande, pero en Cartagena me tratan fenomenal y estoy contento. A los canarios nos echa para atrás el clima, pero aquí es perfecto.

¿Se ve jugando en Primera o eso son palabras mayores?

Mi intención es hacer un buen año aquí e intentar jugarlo todo. Crecer como futbolista y mirar hacia arriba siempre es una opción.