El Nuevo Colombino, estadio en el que el Real Murcia jugará el sábado, echa humo. Es raro el día en el que por sus ventanas no se ve una llamarada. La crisis institucional que vive el Recreativo de Huelva se ha trasladado a lo deportivo, donde los partidos y los resultados se ven superados cada jornada por noticias relacionadas con impagos, dimisiones, embargos... Al contrario que en la entidad murcianista, donde los problemas económicos por el incumplimiento con Hacienda y con el resto de acreedores no traspasan la frontera que separa los despachos del terreno de juego, en el club onubense la inestabilidad es una constante desde hace ya muchos meses, provocando primero el descenso a Segunda B y posteriormente un inicio liguero en el que el Recreativo no ha conseguido estar con los mejores.

Además de los aficionados, los que peor lo están pasando son los jugadores que acumulan ya cuatro meses sin cobrar, lo que les ha llevado a denunciar en bloque ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Incluso en el día de ayer, el delantero brasileño Arthuro hacía unas duras declaraciones en las que afirmaba que «por esta situación no había pasado en mi vida y espero no volverla a pasar», añadiendo que los futbolistas albiazules están «sufriendo» con los reiterados impagos porque son «víctimas de la hipocresía y de la ganancia de unos cuantos».

Estos problemas en el pago de las nóminas, que también llegan a los empleados del club, se están viendo reflejados sobre el terreno de juego, donde el técnico Alejandro Ceballos está intentando enderezar el rumbo de un equipo que en el mes de octubre destituía a José Domínguez. Con el sevillano, los onubenses acumulan tres victorias, dos empates y dos derrotas. Son duodécimos en la clasificación con 19 puntos, trece menos que el Real Murcia, que es el líder, y a siete de la zona de play off.

El Real Murcia también podrá sacar partido de las numerosas bajas que tienen los andaluces en defensa. Álvaro Moreno y Antonio Domínguez están sancionados, mientras que Carlos Delgado, Mica Pinto, el murciano Mario Marín y Cristian Fernández tienen distintas molestias que hacen dudosa su participación este fin de semana. Además, el central Diego Jiménez tendrá que ser operado del pubis y estará un mes y medio en el dique seco.

Y es que la palabra tranquilidad no existe en el Nuevo Colombino, donde cada día se desata una tormenta en los despachos. A finales de la pasada semana dimitían dos de los representantes del Ayuntamiento en el consejo de administración. Marcha que se une a la de Benjamín Navarro a principios de noviembre. El médico y el historiador había sido puesto por Pablo Comas, máximo accionista de la entidad, en la presidencia el pasado verano, pero tras unos meses de constantes críticas decidía dejar el cargo.

En definitiva, el Real Murcia se encontrará el sábado con un club en llamas pero que intenta respirar sobre el terreno de juego.