El UCAM Murcia se recuperó a las primeras de cambio de la derrota infligida en su estadio a costa del Real Murcia después de vencer ayer a domicilio al Melilla (0-1) en un partido que dominó de principio a fin pero con escasas ocasiones de gol. El equipo universitario sumó tres puntos gracias al tanto al filo del descanso de Fran Pérez, que aprovechó una falta lateral botada por Góngora para enviar el balón a fondo de la red. Con este triunfo, el conjunto de José María Salmerón se mantiene en la segunda plaza, a dos puntos del liderato que sigue ostentando el Real Murcia.

El Álvarez Claro solo había sido conquistado, esta temporada, por el Cádiz. Los demás visitantes no habían sido capaces de llevarse los tres puntos ante un rival que, a pesar de pisar puestos de descenso, mantiene en su feudo la esperanza de remontar el vuelo y mantenerse en la Segunda División B. Ayer no fue el día para eso, pues el Universidad Católica de Murcia Club de Fútbol llegó a Melilla con la firme intención de seguir apuntalando su refugio de play off. Y lo hizo, pues seacabó imponiendo en un choque que bien pudo acabar con una renta mayor. Iván Aguilar, Pallarés, César Remón y Carlos Rodríguez, entre otros, gozaron de ocasiones de gol para ampliar las distancias, pero faltó el acierto final.

Ambos equipos, aunque con objetivos bien diferentes, saltaron al césped con la obligación de ganar y prueba de ello fue la intensidad con la que se emplearon a lo largo de los noventa minutos. Los de Salmerón saltaron al terreno de juego como una apisonadora, y en apenas diez minutos pudieron adelantarse por mediación de Pallarés e Iván Aguilar. El meta del Melilla, Barrio, acertó para evitar un gol tempranero. Los locales apretaron los puños y contrarrestaron el empuje universitario con mucha intensidad, llevando el choque a un tramo sin ocasiones y con mucho juego en el centro del campo.

Sin embargo, el UCAM CF no cesó en su empeño, frenó al Melilla y volvió a tomar las riendas en el juego de ataque. El objetivo era encontrar el gol cuanto antes. Nono, en una internada por la izquierda, bien pudo abrir la lata. César Remón, de cabeza, casi lo consigue poco después. Luego, una falta lateral botada por Góngora servía para que el central Fran Pérez se alzase sobre el resto de rivales para conectar un potente remate, imparable para el portero. Era el 0-1, y aunque el UCAM pudo aumentar la renta antes del descanso, el marcador no se movió y ambos equipos se marcharon a los vestuarios.

El segundo periodo comenzó con un chut de Pepe, lateral derecho local, que se marchó alto. El Melilla no se dio por rendido y tomó la iniciativa del partido para intentar empatar, pero el juego defensivo universitario bastó para aplacar el empuje rival. Los de Salmerón volvieron a demostrar su mejor solidez defensiva, esa que les ha llevado a ser uno de los mejores equipos del grupo en ese apartado con nueve goles encajados. Además, la primera ocasión clara tras el descanso cayó del lado visitante: Pallarés estuvo a punto de hacer el segundo gol de la mañamna en una acción de empuje, pero la zaga del Melilla sacó el balón en la misma línea de gol. El paso de los minutos iba favoreciendo al UCAM, que dominaba el encuentro, sobre todo en la parcela ancha, ante un rival con escaso empuje y que solo creaba peligro con balones largos.

Sufián y Cascón eran los hombres locales con más determinación, y protagonizaron un par de ocasiones que desbarataron entre Escalona y los defensas del conjunto universitario. Los de Currás buscaban la espalda de la defensa universitaria, pero los de Salmerón se mantenían firmes y evitaron cualquier acometida que pudieron poner en peligro el resultado final.

Carlos Rodríguez, ya cerca del final, pudo hacer el 0-2 para el UCAM, pero su disparo se estrelló en el palo. Antes, Fall, que había sustituido a Jesús Rubio a los 57 minutos de partido, rondó el tanto, pero no tuvo suerte y no consiguió conectar en el último momento. Al final, resultado justo para un UCAM que mantiene su segunda plaza y que el domingo recibirá al San Roque en La Condomina a las cinco.