La Hoya Lorca volvió a la senda del triunfo tras tres jornadas de sequía. Los hoyeros derrotaron al Recreativo de Huelva por 2-1 en un partido intenso, con buen fútbol de los locales y resultado justo. Los lorquinos, que abrieron el marcador cuando jugaban con un hombre menos por expulsión de Pardo, supieron sufrir, tuvieron actitud y aptitud, aunque el final del encuentro fue agónico. Salcedo, Pina, Pardo y Julián Domínguez estuvieron sobresalientes dentro de una línea notable de todo el equipo.

Paco García siguió en su línea. Esta vez la sorpresa fue la ausencia en la convocatoria de Poley y la presencia en el once de Julián Domínguez de extremo derecho.

El inicio del partido fue meteórico para los de casa, sobre todo por la banda derecha donde Pina y Domínguez encontraron un pasillo, entrando como fuera por el de su casa. Rubén Martínez, esta vez donde a él le gusta y donde más daño hace al rival, de enganche, protagonizó la primera acción peligrosa en el minuto inicial de encuentro. Se internó por la izquierda, levantó la cabeza y puso un balón perfecto a Julián Domínguez, quien sacó un colocado zurdazo que se estrelló el palo. Tres minutos después, internada de Julián Domínguez con centro al segundo palo, donde llegó Roberto Alarcón, pero su remate se marcho desviado.

El Recreativo llegó con cierto peligro a los nueve minutos. Manu Molina disparó desde la frontal, pero Salcedo, bien colocado, detuvo el cuero.

Los lorquinos mantenían un ritmo alto y Pardo estaba teniendo una actuación colosal. Éste realizó un desplazamiento de cincuenta metros donde se encontraba Julián Domínguez, quien cedió a Álex Bernal para que disparara a placer, pero apareció una pierna milagrosa de Álvaro Moreno, quien salva el gol.

En el minuto treinta y tres, el Recreativo dispuso de su única gran ocasión. Ernesto envió un disparo cruzado al palo.

Antes del descanso se produjo un hecho que marcó el partido. Pardo, el mejor hombre sobre el campo, fue expulsado tras entender el colegiado que había obstaculizado el saque del meta visitante. Rubén Gálvez le provocó y Pardo picó. El centrocampista hoyero llevaba una amonestación.

Con esa acción muy protestada por el público se llegó al descanso. Demasiado rigurosa la decisión del colegiado valenciano.

La consigna de Paco García a sus jugadores en la caseta se palpó nada más iniciarse el segundo acto. Ralentizar el juego, dormir el partido, intentar mantener la portería a cero y esperar a que suene la flauta. Y sonó. En el minuto 54, Roberto Alarcón se encontró un balón dentro del área y batió por bajo a Rubén Gálvez tras pegar el balón en el palo. La Hoya Lorca había hecho lo más difícil.

Por si no había quedado claro el miedo que tenía el entrenador hoyero en el cuerpo, a continuación retiró al delantero Dani Carballo y dio entrada al defensa Grego Sierra, a quien colocó por delante de los centrales. Pero el fútbol a veces no es lógico, esta vez por fortuna para La Hoya Lorca. El partido se equilibró cuando el colegiado expulsó al visitante Álvaro Moreno.

Once minutos después, Pina realiza una gran jugada y mejor pase a Rubén Martínez, y éste bate por bajo al meta onubense. Pareció que ese gol podía ser la sentencia, pero no fue así, ya que ocho minutos después, Rubén Mesa acortó distancias ante la pasividad de Antonio López y Salcedo.

Antes del final, puso pasar de todo. Salcedo salvó a su equipo en el 81 a disparo de Ernesto; y en el 90 al de Rubén Mesa, mientras que Rubén Gálvez hizo lo propio en el 87 a disparo de Carlos Martínez.

El triunfo fue agónico pero muy merecido para La Hoya Lorca, que supo sobreponerse a las numerosas adversidades.