El puesto de Iñaki Alonso en el banquillo del Compostela pendía de un hilo desde hace algunas jornadas. Y ayer, después de que los gallegos sumaran su séptima derrota de la temporada al caer frente al Lealtad, el club comunicó la destitución del que fuese entrenador del Real Murcia (2010-2011 y 2011-2012). Trece jornadas han sido suficientes para agotar la paciencia de los responsables de la entidad compostelana, y es que en ese periodo el conjunto entrenado por Iñaki Alonso solo ha sumado diez puntos (2 victorias, 4 empates y 7 derrotas). Además, solo han sido capaces de conseguir cinco goles a favor. Con este despido, el durangués acumula un nuevo fracaso en su currículo, porque desde que en 2011 ascendiese al Real Murcia a Segunda, el preparador vasco no ha levantado cabeza, siendo incapaz de cumplir los objetivos previstos.

Después de llevar a los granas a la división de plata con el ascenso en Lugo, en una temporada en la que disfrutó de una plantilla más propia de Segunda que de Segunda B, Iñaki Alonso, con el apoyo de la afición, renovaba su compromiso con el Real Murcia. El de Durango afrontaba el curso con el objetivo de una permanencia tranquila y, en una de las peores segundas vueltas de la historia del club grana, solo salvó la categoría unas jornadas antes del final gracias al descenso del Villarreal B. Despedido del Real Murcia, club que le pagó un finiquito de 200.000 euros, Iñaki Alonso se tiró una temporada en blanco para en la 2013-2014 aterrizar en el Huracán Valencia. Los valencianos, que venían de jugar el play off en la 11-12 y la 12-13 y que en la 14-15 ya con el vasco fuera también lo consiguieron, acabaron la liga en novena posición.

A la conclusión de esa campaña volvía a cambiar de aires para fichar por el Compostela. En Galicia tampoco hubo play off, pese a lo cual renovó por dos campañas, porque, según reitera una y otra vez, él es un técnico de proyectos largos. Para ello fichó a dos exgranas, Gerard Oliva y Rubén Sánchez, pero su nueva aventura ha vuelto a acabar antes de lo previsto y con el equipo hundido en la zona de descenso.