Más de mil seiscientas personas dejaron de asistir el pasado domingo al campo para ver el empate entre el FC Cartagena y el Granada B, si lo comparamos con la cifra que acudió tres semanas antes en el Cartagonova para ver el triunfo 'in extremis' frente al Real Jaén. Pasó el recinto deportivo de alcanzar casi los seis mil espectadores -5.965- contra el equipo jiennense a acudir 4.350 aficionados frente al Granada B. ¿Cuál es la causa?

Aunque resulta complicado aportar un único motivo para analizar este déficit de seguidores del último encuentro, respecto de los dos anteriores -hay que recordar que contra el Jumilla fueron 5.500 seguidores-, lo que está claro es que uno de los más importantes es que los aficionados empiezan a recelar del equipo y de las expectativas creadas por la entidad para esta temporada. Con los puntos que se han sumado -catorce en total-, el bloque entrenado por Víctor Fernández es el equipo albinegro en toda su trayectoria en Segunda B que menos puntos ha conseguido en esta categoría. Incluso el mal año pasado era un poco mejor tras 12 jornadas jugadas.

Los seguidores del equipo cartagenero respondieron en masa a la llamada de Paco Belmonte, confiando que éste sería un proyecto muy diferente al de la anterior campaña. Y lo cierto es que se sentaron las bases para que lo fuera, con la contratación de jugadores que llegaban con un currículum muy superior en algunos casos a los que el club tenía la pasada temporada.

A excepción de lunar ante el Almería B -con poco más de tres mil espectadores-, la afluencia al estadio Cartagonova parecía que se iba a consolidar en más de cinco mil seguidores en el campo. Esta cifra, dicho sea de paso, es espectacular si la comparamos con el resto de campos de los equipos de la Región, por ejemplo Lorca, Jumilla, UCAM o, especialmente, Nueva Condomina, que en el último enfrentamiento del Real Murcia consiguió aglutinar a 3.843 espectadores durante el partido ante el Almería B.

Pero está claro que los dos traspié del conjunto cartagenero en sus dos últimas salidas han provocado cierta sensación de frustración también entre los adeptos al Cartagonova, porque el equipo no es capaz de remontar ni de luchar entre los diez primeros, por meterse en la pelea con los grandes de la categoría, como Cádiz, UCAM, Real Murcia o La Hoya Lorca, por citar algunos casos.

Los seguidores albinegros esperaban este año otra cosa y se están encontrando, transcurrido un tercio de la competición, que las distancias con los de cabeza son cada vez mayores y el reto o la esperanza de tener más alegrías que penas empieza a verse más lejos que nunca.

Pese a todo, la afición albinegra es madura e inteligente y ha sabido en momentos de crisis acudir al campo para apoyar a sus jugadores, a pesar de que éstos no respondieran como deberían. En el momento en el que el equipo empiece a dar síntomas de vida, las gradas volverán a ser ese plus que necesitan.