­Veintidós puntos de veintisiete posibles arrojan como balance un promedio de resultados muy esperanzador que firmaría cualquier conjunto que quiera luchar por el ascenso a Segunda División o la categoría que sea. Y es que el Real Murcia que dirige José Manuel Aira, después de llenarse de dudas en el arranque liguero al tener que esperar hasta la cuarta jornada para saborear un triunfo, ha sabido reaccionar de la mejor manera posible, encadenando una racha de nueve jornadas en la que los jugadores granas han cosechado siete victorias, un empate y una única derrota. La prueba de que las prestaciones murcianistas van aumentando poco a poco es que el Real Murcia es el equipo de todo el grupo cuarto de Segunda B que más goles a favor tiene, con 17 dianas, solo empatado por un San Roque que ha perdido algo de fuerza y que tiene, con 13, diez puntos menos que los granas en la clasificación general.

Así el Murcia, desde el segundo puesto y siguiendo los pasos del líder UCAM, ha conseguido ganar una dosis de eficacia que no existía en el primer tramo del curso. De hecho, a pesar de los buenos registros que está firmando el equipo de Aira, lo cierto es que la plantilla todavía tiene una asignatura pendiente. El Murcia de este curso parece incluso más fiable que el de la última temporada, pero también es cierto que Aira, este año, está apostando por un fútbol mucho más directo que el curso anterior. Así, si hace un año parecía que los defectos y las virtudes eran cosa de todo el grupo, las sensaciones actuales son muy distintas. Además, los buenos resultados le han ido dando la razón a un entrenador que hace tres jornadas perdió a su máximo goleador por lesión, Gorka Azkorra. Sin embargo, la buena noticia para el murcianismo es que Carlos Álvarez volvió a ver puerta después de un mes en Mérida y ya comparte junto al delantero bilbaíno el cartel de máximo artillero de la plantilla.

En cualquier caso, el principal aspecto a mejorar tanto por la plantilla como por el cuerpo técnico son los partidos de Nueva Condomina, donde a algunos jugadores les puede la presión después de demostrar, en algunos casos, que por norma general rinden mejor lejos del coliseo grana.

El último partido en casa fue hace dos jornadas y los murcianistas se llevaron los tres puntos por la mínima ante el filial del Almería. Sin embargo, esa victoria no dejó buen sabor de boca entre la afición grana, aunque suponía volver a la senda del triunfo tras el ´pinchazo´ contra los cachorros del Sevilla en su ciudad deportiva.

Ahora los pupilos de Aira tienen por delante dos semanas en las que pueden redondear un tramo del campeonato que está siendo casi perfecto. Y es que se produce la circunstancia de que los próximos dos partidos serán ante dos conjuntos de la Región, primero el Jumilla y luego el UCAM, aunque estos encuentros no adquieren la catalogación de derbi ya que, según la Real Academia, para acuñar este término es imprescindible que entre ambas aficiones «mantengan una constante rivalidad», algo que en el caso de la Región solo ocurre entre el Real Murcia y el FC Cartagena. El encuentro contra el modesto Jumilla debería de ser un aviso en toda regla para la visita la semana siguiente al líder en la vieja Condomina. Es decir, que contra los pupilos de Fabregat, los de Aira son, además de favoritos, muy superiores, algo que los aficionados esperan comprobar también sobre el césped y en el marcador.

El choque de dentro de dos jornadas contra el líder UCAM no será una final, pero sí será la mejor prueba para medir el potencial del Murcia ante el equipo que en mejor forma se encuentra, ya que los universitarios mandan en la clasificación del grupo cuarto con un punto de ventaja sobre los granas.