El UCAM Murcia dio una medida distinta y mejor de sus posibilidades tras un extraordinario partido en el Palacio de los Deportes ante un Bilbao Basket al que destruyó en todas las facetas del juego.

Dirigido por la excelente dupla que conformaron Campazzo y Cabezas en el puesto de base y sostenidos por un gran Antelo en el juego interior, el UCAM Murcia despejó un buen número de dudas, y parece acercarse al equipo que Katsikaris quiere meter en los puestos de arriba de una vez por todas.

Supo el conjunto local dar la talla durante la primera parte en el juego defensivo, trabado, duro y estático en el que es especialista un equipo como el Bilbao Basket, pero además tuvo la capacidad de dar el golpe de gracia acelerando en el tercer cuarto, jugando transiciones rápidas y sometiendo al rival con una variedad ofensiva de la que no habia hecho gala hasta el momento.

Así, se abrieron posibilidades para todos los jugadores a la hora de aportar, y a la fiesta se unieron hombres como Wood, Rojas, Kelati o Benite. Ante esta avalancha, poco pudieron hacer los de negro, que acabaron desarbolados.

Que la identidad principal del UCAM Murcia de Katsikaris quiere ser la defensa quedó claro en un primer cuarto en el que la intensidad, calidad y sabiduría atrás maniataron a un rival como el Bilbao Basket, que goza de un buen número de posibilidades en ataque.

El marcador final tras el primer asalto no daba ni frío ni calor. El partido había comenzado con la intención clara de ambos entrenadores de someter al rival con dureza defensiva, algo para lo que el UCAM se mostró preparado por el momento, dado el 22-19 con el que tomaba ligera ventaja tras 10 minutos.

En el segundo cuarto el guión del encuentro no cambió en absoluto, con ambos equipos defendiendo con uñas y dientes, el partido trabado y el marcador evolucionando a marchas forzadas. Eso sí, Bilbao tomó las riendas dada su mayor especialidad a la hora de jugar este tipo de partidos a cara de perro (30-33). La aportación de Jones por dentro era importante, y superaba constantemente a un Lishchuk que daba signos de no estar a la altura del reto en lo físico y cedía junto a Antelo demasiados rebotes ofensivos. Para retomar las riendas, Katsikaris dio entrada a Campazzo y Rojas, quienes electrificaron el juego murciano y pillaron a contrapie al Bilbao Basket para endosarle un 7-0 que devolvía las riendas a los de casa (37-34).

En ese momento entró en juego y ganó protagonismo un trío arbitral que parecía atiborrado de trabajo entre controlar las agresivas defensas de ambos contendientes y después compensar el número de faltas cuando quedaba desequilibrado. En cualquier caso, la peor parte de la llevó el UCAM al ver cómo Hannah sacaba cuatro tiros libres de una acción confusa con Campazzo, al que se le señaló una doble falta (la segunda antideportiva) en una misma acción. Con este impulso el Bilbao tomó la delantera en el marcador y se fue al descanso con una ligera ventaja ante la indignación del público del Palacio (47-45).

El tercer cuarto estuvo plagado de buenas noticias para Katsikaris, ya que seguía viendo como su equipo aguantaba el tirón en estático y con una férrea defensa, exactamente con las mismas armas con las que Bilbao pretendía imponerse. Dos triples de Kelati y uno de Antelo configuraron un escenario propicio en el marcador (54-49) para tratar de dar el golpe con un cambio de ritmo que, curiosamente, ejecutó Cabezas a la perfección cuando parecía má una tarea para Campazzo.

Y es que cuando Murcia empezó a correr el cielo se despejó, y el equipo local se fue marchando progresivamente gracias a los triples abiertos de Kelati y Wood y a la solidez de un Antelo inconmensurable por dentro. Campazzo continuó con el trabajo de su compañero en el puesto de base, y puso la guinda con la culminación sobre la bocina de una jugada definida en la pizarra de Katsikaris, que acabó con triple de Wood tras contemporizar el argentino a la perfección (71-59).

Para el último cuarto el equipo local tenía la fuerza necesaria para hundir la moral bilbaína, sobre todo con un hombre como Campazzo en pista. Wood comenzó a acuchillar con sus triples y, posteriormente, la combinación del baloncesto control con el de campo abierto, en cuanto las circunstancias lo permitían, dieron con un UCAM Murcia letal y preciso hasta el punto de configurar un marcador escandaloso (96-68).