La Hoya Lorca regresó a la senda de la victoria un mes y medio después tras cosechar cinco empates y una derrota en las últimas seis jornadas. El partido fue malo de solemnidad, aburrido y escaso de calidad, pero todo estaba reservado para el tiempo añadido, ya que durante los noventa minutos nadie fue capaz de realizar una jugada con cierto criterio. Dani Carballo, que no marcaba desde la primera jornada, empujó el balón al fondo de la red en el descuento.

Paco García, el entrenador del brócoli mecánico, no sorprendió con la alineación. Volvió Pina al lateral derecho y el resto, los esperados. Siguió confiando en Gassama, quien jugó en el costado izquierdo, a pierna cambiada, pese a que no se va de nadie mientras que Rubén Martínez en la derecha, lo intentaba las pocas veces que le llegaban balones.

A veces, permutaban las posiciones. Martínez envió un buen disparo con rosca desde la frontal, en el minuto tres, que salió rozando el palo izquierdo del meta local.

El partido estuvo entretenido con mucha igualdad y parecidos sistemas tácticos. Nadie dominaba con claridad la parcela ancha. Los lorquinos tenían mas el balón y llegaban más veces a la portería rival. En los veinticinco primeros minutos habían botado cinco saques de esquina por uno del Almería, aunque los porteros eran meros espectadores hasta ese momento. Las defensas se imponían. La Hoya Lorca no lograba terminar las jugadas con peligro ya que Omar no podía con los centrales y Alex Bernal y Poley estaban muy lejos del área, y muy desacertados en los pases decisivos.

En el minuto veintisiete, Pardo aprovechó un rechace dentro del area, disparó mordido, desvió Rubén Martínez, pero Gianfranco no picó y detuvo el esférico. Un minuto después fue Salcedo quien apareció para salvar a los hoyeros. Hicham reaparecía ayer, pero todavía no había aparecido en el partido, sacó un buen disparo raso que el meta manchego del brócoli mecánico desvió con una mano abajo providencial. Esa acción espoleó a los locales, quienes se hicieron con el partido y empezaron a llegar por las bandas con más claridad e insistencia. Hicham empezó a soltarse, a encontrar más espacios y eso era mala noticia para los lorquinistas.

En el minuto treinta y siete, Hicham aprovecha un desajuste hoyero en el medio campo, se plantó en el área y sacó un zurdazo envenenado que se estrelló en el poste derecho de Salcedo.

El partido se había estirado y cualquier cosa pudo pasar, como por ejemplo que la Hoya se hubiera ido al vestuario con algún gol a favor ya que dispuso de dos claras ocasiones. A falta de tres minutos, Rubén Martínez envió un centro raso desde la izquierda que encontró a Gassama en boca de gol pero su remate se fue arriba, aunque estaba en fuera de juego. Increíble lo de este jugador. Y un minuto después, Poley botó una falta al segundo cuyo balón pasado fue cabeceado por Pardo, alto, en una posición inmejorable. Primera parte disputada, cuyo empate se podía considerar justo.

Nada más sacarse de centro, el más listo de la clase, Hicham, inició una carrera con el balón que culminó con un disparo desde la frontal que atajó Salcedo. Solo tocó dos balones, pero con mucho peligro. El técnico hoyero, Paco García, tardó cincuenta y siete minutos en darse cuenta que estaba jugando con un hombre menos, Gassama, quien se marchó con un record; había incurrido en seis fueras de juego. Salió en su lugar Roberto Alarcón y la primera pelota que tocó pudo acabar en gol. Fue en el minuto cincuenta y ocho, Rubén Martínez cedió a Alarcón dentro del área y el último quiso ajustar tanto que su disparo con la zurda, salió rozando el palo derecho de Gianfranco.

A medida que pasaban los minutos el juego se hacia insoportable para el escaso público. Hubo muchos momentos que el balón no bajaba del cielo. El miedo a perder se contagiaba. La Hoya Lorca dormía el partido todo lo que podía. El entrenador dio entrada al delantero Dani Carballo. Podía dar la impresión de que iba a por el partido si los otros diez jugadores no hubieran estado detrás del balón y en su campo.

Las ocasiónes más claras del partido fueron para la Hoya y estaban reservadas para el descuento. En el noventa, Julián Domínguez ante Gianfranco cabeceó flojo un centro de Alcántara y repelió el meta; y en el noventa y uno,una jugada inverosímil terminó con Dani Carballo empujando el balón a la red en el segundo palo para volver a la senda del triunfo.