Menudo suma dos goles esta temporada. Visto así no es gran cosa, pero la forma en la que se produjo el último -minutos finales ante el Jaén y de impecable libre directo-, supone una auténtica reivindicación de liderazgo en el FC Cartagena. El jugador sevillano de 24 años tiene mucha competencia en un equipo repleto de jugadores veteranos y con trayectorias incluso superiores a la suya, pero este inquieto jugador no se arruga ante nada ni ante nadie. No es un futbolista que se conforme con cualquier cosa ni se le puede tachar de que se arrugue cuanto las circunstancias se tuercen.

En el encuentro frente al Jumilla tuvo un papel muy discreto y además falló en algunas acciones fáciles, que supusieron silbidos y gritos del público por elegir la peor opción para resolverlas. Al delantero no le temblaron las piernas entonces. A pesar de su juventud el atacante no dejó de intentarlo, porque está muy seguro de sus capacidades dentro del terreno de juego. No cejó en su deseo de ser protagonista y anotó el segundo gol en los últimos instantes de aquel encuentro. El domingo ocurrió algo similar. Al igual que sus compañeros, su papel fue más que discreto durante los 90 minutos. A Menudo le gusta tener el balón en los pies, eso es innegable. Lo pide con insistencia, se mueve de una banda a otra buscando siempre la pelota con su fútbol vertical y descarado. No pasa desapercibido, lo que supone que esté en boca de los seguidores, tanto para lo bueno como para lo malo. Si es un mal día, supone que los seguidores muestren su disconformidad por su juego, a veces anárquico. En caso contrario se le alaba o engrandece como en la última jornada, porque, tal y como antes indicaba, siempre quiere asumir la responsabilidad.

En el minuto 93 de partido ante el Jaén, y con un empate que parecía hasta bueno a tenor de cómo se estaba desarrollando el encuentro el pasado domingo, Menudo decidió que era su momento. No le dejaron lanzar los dos libres directos anteriores y fueron Cristo y Rivero los que lo hicieron con escasa fortuna. En esta oportunidad tenía claro que era su momento y la distancia perfecta. Tal y como ocurría ante el Algeciras hace un año y medio, metió la rosca perfecta para hacer el 1-0 y llevar al delirio a la afición local.

Menudo fue el año pasado también uno de los jugadores más destacados de aquel Logroñés que acabó cuarto la pasada temporada y en el que anotó once goles. Nadie allí quería que se marchara, porque tenía un año más de contrato, pero en su cabeza estaba la intención de regresar al club albinegro -seis goles en la etapa de Tevenet- y gracias a su cabezonería e insistencia, en Logroño no tuvieron más remedio -eso sí tras pagar una pequeña cantidad por su finiquito-, de dejarlo marchar. En Cartagena se encuentra un equipo en el que el principal protagonista no es un jugador sino el entrenador, que tiene una estela en el club difícilmente igualable por cualquiera de sus jugadores. Además, están otros futbolistas de mucho peso en el vestuario ,como Gonzalo Verdú o Sergio Jiménez, ambos cartageneros, Luque, Montero, Ceballos o Cristo, por citar unos pocos. Sin embargo Menudo se ha convertido en una pieza fundamental para Víctor Fernández, y tan sólo ha dejado de ser titular en una de las nueve jornadas que se llevan disputadas hasta el momento. Tiene ante sí el sevillano una semana dulce, aunque, como bien saben los que se dedican a esto del fútbol, de la gloria al fracaso tan sólo hay un pequeño paso. Nadie puede dormirse en los laureles, y menos Menudo al que se le exigirá tanto o más cada semana.