El UCAM Murcia cosechó su segunda derrota en la cancha del CAI Zaragoza, en un partido en el que se mantuvo vivo hasta el ultimo cuarto por puro demérito local, ya que los de Katsikaris no fueron efectivos en defensa ni en ataque, un apartado este último preocupante por su falta de variedad y alternativas en los dos partidos disputados hasta el momento.

Así, con circunstancias poco habituales como un desmesurado acierto en el triple de hombres no destinados a ello como Campazzo o Rojas, los murcianos crearon la ilusión de competitividad que les mantuvo cerca en el marcador. Pero en el fondo había muy poco en el UCAM Murcia, y al CAI le bastó con imponer su superioridad física para transitar con el partido controlado hasta el impulso final en el que destruyó a su rival. Irrelevantes fueron todos los demás y finalmente se impuso la lógica.

Henk Norel comenzó aprovechando su tamaño bajo los aros para castigar al UCAM Murcia de inicio, tanto anotando como metiendo a los visitantes bajo el aro para que tiradores como Linhart se sumaran y el CAI tomara sensibles ventajas en los primeros minutos (11-2). Katsikaris pidió un temprano tiempo muerto para corregir el mal inicio pero no surtió demasiado efecto, ya que no acompañaron rotaciones y el equipo maño mantuvo su superioridad física sin problema.

De hecho, fue Facundo Campazzo el que, entrando desde el banquillo y en una puesta en escena espectacular, anotó tres triples consecutivos para dar la vuelta al marcador (11-13), demostrando que había que cambiar de plan lo antes posible. En las rotaciones estaba la clave para no irse del partido antes de tiempo.

En los minutos posteriores, el partido se mantuvo tan equilibrado como el duelo entre Bellas y Campazzo, aunque los clamorosos fallos en tiros liberados de hombres como Wood, Radovic y Benite permitieron al CAI tomar ventaja de nuevo tras un parcial de 10-2. Antelo y Lima se pusieron a trabajar para impedir que la ventaja local fuera a más al final del primer acto (25-20).

Tras el receso comenzó un intercambio de canastas, sobre todo exteriores, con Wood y Benzing como protagonistas, por lo que la ventaja maña manteniéndose estable (34-28). El UCAM latía al son de su acierto en el tiro exterior, ya que por el momento no podía confiar en su defensa, y veía al CAI alejarse en cuanto los lanzamientos exteriores no entraban, algo nada extraño, dado que sólo Campazzo y Wood eran campaces de producir en este sentido y Benite, Kelati o Rojas estaban completamente desaparecidos. El CAI se fue fácilmente a los 10 puntos de ventaja (40-30) y provocó el primer incendio del partido.

Rojas y Campazzo insuflaban aire con dos triples, el único clavo ardiendo al que se podía agarrar el equipo de Katsikaris, que no era capaz de defender con solvencia ni de ofrecer variedad en ataque. Bastante tuvo con poder seguir en el partido al descanso gracias a brillantes acciones aisladas, como las protagonizadas por el base argentino (4 triples), que no hacían que el equipo inspirara confianza para la segunda parte del encuentro (44-37).

Soprendentemente, Rojas tomó las riendas del equipo en el inicio de la segunda mitad, en una fase del partido de ida y vuelta en el que ambos equipos perdieron la poca precisión con la que se habían empleado anteriormente (50-46). El CAI buscó aprovechar de nuevo su superioridad física metiendo a todos sus jugadores grandes y tirando de centímetros para castigar la defensa de Wood y Rojas, quien sin embargo a base de triples seguía manteniendo a los murcianos en el choque a duras penas (58-51).

Pero resultaba improbable que el UCAM Murcia sobreviviera al partido con tan pocos jugadores aportando en ambos lados de la pista. Empeoró las cosas una técnica señalada a un Katsikaris nervioso ante la ineficacia de su equipo en una pista tan complicada. A pesar de todo, el CAI tampoco encontraba la manera de acelerar el juego y marcharse en el marcador, por lo que aún quedaban opciones para el último cuarto con los visitante tan sólo seis puntos abajo (61-55).

Pero enseguida, en el momento menos oportuno, el CAI despegó con su máxima ventaja (68-57), gracias a las acciones de Diener tras buenas defensas a las que el UCAM Murcia no supo responder ni siquiera con tiros liberados de Benite o Antelo. Además, la única propuesta que tenía a mano el conjunto de Katsikaris era tirar de tres con nulo acierto, por lo que no tardó en desmoronarse y ceder de manera definitiva el marcador, con Sastre castigando a los murcianos insistentemente (73-57) y convirtiéndose en el máximo anotador.

Hasta el final la tarea consistió en caer de la forma más digna posible, pero el UCAM ya no contaba con la capacidad para resistir en el alambre como en todos lo minutos anteriores y el CAI comenzó a ganar la confianza al final y hombres como Sastre, Fotu y Diener aprovecharon el momento para hundir al equipo murciano en el marcador (84-64).