El partido entre los equipos de El Palmar y Molina, correspondiente a la primera jornada de Liga en la Tercera División de fútbol sala, se suspendió tras la disputa de los primeros veinte minutos de juego.

El motivo no fue otro que la sustracción de diferentes objetos que sufrieron algunos de los jugadores del conjunto visitante y que comunicaron al árbitro del encuentro, Andrés Botella, nada más entrar en el vestuario.

Los gritos de los futbolistas molinenses alertaron de forma inmediata de la pérdida de sus macutos.

Los primeros en llegar a su reducto pudieron comprobar, según relata a este diario uno de los presentes, que la puerta había sido forzada.

Los minutos transcurrieron con la incertidumbre como decorado hasta que entraron en escena las fuerzas del orden. Ya había pasado casi media hora desde que aflorara el nerviosismo y algunas de las pertenencias de los jugadores del Futsal Molina comenzaron a aparecer. Los macutos que desaparecieron del vestuario fueron hallados en una sala contigua. Algunos de ellos permanecían intactos pero en otros se pudo comprobar la ausencia de móviles, carteras y otros objetos.

Lo sucedido impidió que el partido siguiera celebrándose en el pabellón municipal de la localidad de El Palmar. Así se recogió en el acta arbitral, que informó de la imposibilidad de los futbolistas visitantes para reanudar el choque al no encontrarse en condiciones.

Los minutos posteriores a la detección de las bolsas sirvieron para que los jugadores damnificados se dedicaran a prestar declaración a la policía y a formular la pertinente denuncia.

El encuentro se interrumpió en el descanso cuando el marcador reflejaba un empate a un gol. La fecha de la disputa de la segunda parte se encuentra pendiente de la decisión del Comité de Competición.