Ayer se cumplieron los 75 años del estreno del Real Murcia en Primera División. Un 29 de septiembre de 1940, en el estadio de Bardín, se enfrentaron, por segunda vez en su historia, el equipo grana y el Hércules en un duelo que desde entonces se antojaba mucho más lejos de la cercanía y sí, en cambio, decidir quién iba a ser el equipo más potente del sureste español.

Hace 75 años el Hércules -fundado en 1919 y dado de alta en la Federación Española de Fútbol el 25 de octubre de1922-, había ascendido a Primera División antes que el Murcia ganando el primer campeonato de Segunda en el que participó (temporada 34-35) y se mantenía más bien que mal en la máxima categoría (sexto puesto en las dos ligas que jugó, separadas por la incivil guerra). Y recibía por primera vez como primer divisionista a un Murcia ascendido, por fin, la temporada anterior en aquella final de Mirandilla. Fue el año del 0-2 y a final de curso traspasaría a su mejor hombre, el ceutí Bravo, al Barcelona.

Y se reforzaría -con José Iniesta Eslava de presidente para el evento- con Gaspar Rubio, el 'mago del astrágalo', el ariete cuyo gol derrotaría por primera vez a Inglaterra en Europa y que, con algún año que otro, quemaba las últimas etapas en el Orihuela como el fichaje más rutilante del Murcia. Como entrenador llegó Juan Armet 'Kinke', un catalán que jugó diez años en el Sevilla. Era un adelantado para ese tiempo ya que compaginó puestos de entrenador con futbolista, como ocurrió con el Valencia y se retiraría en 1927 con 32 años, cuando para un jugador de entonces esa edad era ser un venerable anciano.

Al Murcia llegó después de entrenar al Betis y al Cádiz y después dirigiría al Real Madrid. Llegaron igualmente Suárez y Retamar del Betis, Tamayo del Real Madrid, Solé, ex internacional, del Español, Pereiro del Celta, Urbano del Zaragoza y ya avanzada la segunda vuelta y procedente del Atlético de Aviación y de la Ferroviaria respectivamente vendrían Muñoz y Muñiz.

El partido ante el Hércules se jugó por la tarde y dirigido por Pedro Escartín, el mismo árbitro que dirigió el Cádiz-Murcia, formaron los siguientes futbolistas: Pérez, Pardo, Del Pino; Salvador, Medina, Salas; Irles, Aparicio, López Herranz, Tatono y Adrover, por los herculanos; y Suárez; Tamayo, Sierra; Castro, Solé, Huete; Huguet, Vega, Uría, Gaspar Rubio y Retamar por el Real Murcia. Con un 4-0 final, repartidos cuantitativamente con dos goles en cada tiempo: López Herranz anotó dos, Medina, de penalti, y Tatono otro.

Al final de la temporada el Hércules se clasificaría sexto y el Real Murcia en el duodécimo puesto, con 5 partidos ganados, empatando tres y perdiendo 14. Con 29 goles a favor (cazagoles del equipo, Uría, con 7) y con 55 encajados, repartidos, amigablemente, entre Suárez (46) Pereiro (7) y Enrique( 2).

Ese último puesto le permitía defender en un partido a promoción única, que se celebró el 4 de mayo de 1941 en Vallecas. Rival, el Deportivo de Coruña, que derrotó a los granas con un gol en la prórroga, obra de Guimerans, que rompía el empate a uno con que se llegó a la finalización de los 90 minutos. Tito I adelantó al Murcia, pero el internacional Chacho empataría. Y Escartín, que posteriormente sería seleccionador nacional, dirigiría igualmente la efeméride luctuosa.