Puesto que las comparaciones entre el Real Murcia que dirigió el curso pasado desde el banquillo José Manuel Aira y el que ha confeccionado para esta campaña van a ser constantes, los últimos partidos han servido para poner de relieve que el conjunto grana ha comenzado a exhibir algunas de las virtudes que lo llevaron a cuajar un gran campeonato hace un año. De hecho, después de dejar por primera vez la portería a cero en el último encuentro, la victoria ante el Melilla por 2-0, también se da la circunstancia de que el equipo grana también ha conseguido su segundo gol en jugadas de estrategia en las primeras cuatro jornadas, una faceta que resultó fundamental la temporada anterior para firmar un inicio de campeonato en mayúsculas.

Además la reacción de la plantilla murcianista surgió en el mejor momento, puesto que el equipo llegaba hace dos jornadas a medirse ante el Betis B ocupando la última posición y sin conocer la victoria en su casillero particular. La derrota en la primera jornada ante el Marbella (3-1), el tropiezo de siete días después ante el Villanovense en Nueva Condomina (1-1), la derrota copera ante el Cádiz (1-0) y el traspiés en casa de La Hoya Lorca (1-0) dejaron al Murcia en una tesitura bastante delicada que ha comenzado a dejar de ser preocupante gracias a las dos victorias consecutivas de los pupilos de José Manuel Aira.

Eso sí, hasta los choques que se han disputado y que se han saldado con victorias ante el Betis B y el Melilla, uno de los aspectos que más preocupados tenía a los aficionados era el de no encontrar en la plantilla actual algunas de las mejores armas que poseía el equipo de la temporada anterior, un bloque que se caracterizó por dejar la portería a cero en la mayoría de sus partidos y, además, por tratarse de uno de los equipos que mejor interpretó las acciones a balón parado, ya que resultaron un pilar fundamental para terminar firmando un curso notable.

Después de cuatro partidos saliendo malparados, contando la eliminación copera ante el Cádiz, los primeros brotes verdes llegaron en el encuentro de hace dos jornadas ante el filial del Real Betis. Los granas comenzaron perdiendo y el tanto que igualaba el marcador lo firmó Azkorra a la salida de un córner. Aunque el partido se terminó ganando con otro tanto de Carlos Álvarez y otro de Arturo, de penalti, volver a encontrar premio con el balón parado también se tradujo como un síntoma de que el equipo estaba mejorando.

Y lo que pareció ser la confirmación oficial de que el nuevo Real Murcia cada día se parece más al que tiene en su cabeza José Manuel Aira llegó hace una jornada en el triunfo ante el Melilla. Además de que el segundo tanto del partido, obra de Germán Saenz, llegó también como el primero ante los béticos, de cabeza tras el saque de un córner, contra los norteafricanos se produjo una situación que todavía no habían vivido en cinco partidos los jugadores granas, el reto de terminar con la portería a cero.

Y es que mantener la portería sin goles en una categoría en la que los partidos se van a decidir por detalles mucho más pequeños que en categorías superiores tiene pinta de que puede ser una cuestión más crucial que las virtudes o defectos para ver la portería contraria.

En este apartado, el de reducir el número de goles, también ha tenido su importancia desde hace dos jornadas el portero Fernando, ya que el canterano salió con nota alta del choque ante el Betis B salvando a su equipo con dos paradas que resultaron claves. El canterano y capitán murcianista tuvo menos trabajo frente al Melilla, pero dio la sensación de que desde el choque ante el Betis también sirvió como una especie de punto de inflexión para un portero que, por lejos que esté del área rival, tiene que resultar clave para que sus intervenciones se traduzcan en puntos para su equipo.